Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 9
—Eso quédalo de mi cuenta. En cuanto a si el chico vale o no vale para estudiar
depende de si tiene cuartos o si no los tiene. Tú me comprendes.
Se puso en pie y con el gancho de la lumbre desparramó las ascuas que aún
relucían en el hogar. Su madre se había sentado, con las bastas manos
desmayadas en el regazo. Repentinamente se sentía extenuada y nula,
absurdamente vacua e indefensa. El padre se dirigía de nuevo a ella:
—Es cosa decidida. No me hagas hablar más de esto. En cuanto el chico cumpla
once años marchará a la ciudad a empezar el grado.
La madre suspiró, rendida. No dijo nada. Daniel, el Mochuelo, se acostó y se durmió
haciendo conjeturas sobre lo que querría decir su madre, con aquello de que tenía
el vientre seco y que se había quedado estéril después del aborto.
CAPÍTULO II
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