Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 44

él, ni a Daniel, el Mochuelo, ni a ninguna de las cosas y fenómenos que dependen de nuestra voluntad. Germán, el Tiñoso, era un muchacho esmirriado 156 , endeble 157 y pálido. Tal vez con un pelo menos negro no se le hubieran notado tanto las calvas. Porque Germán tenía las calvas en la cabeza desde muy niño y seguramente por eso le llamaban el Tiñoso, aunque, por supuesto, las calvas no fueran de tiña 158 propiamente hablando. Su padre el zapatero, además del tallercito —a mano izquierda de la carretera, según se sube, pasado el palacio de don Antonino, el marqués— tenía diez hijos: seis como Dios manda, desglosados 159 en unidades, y otros cuatro en dos pares. Claro que sumujer era melliza y la madre de su mujer lo había sido y él tenía una hermana en Cataluña que era melliza también y había alumbrado tres niños de un solo parto y vino, por ello, en los periódicos y el gobernador la había socorrido con un donativo. Todo esto era sintomático 160 sin duda. Y nadie apearía 161 al zapatero de su creencia de que estos fenómenos se debían a un bacilo 162 , "como cualquier otra enfermedad". 156 Flaco, extenuado, consumido. Débil, flojo, de resistencia insuficiente. 158 Cada una de las enfermedades producidas por diversos parásitos en la piel del cráneo, y de las cuales unas consisten en costras y ulceraciones, y otras ocasionan solo la caída del cabello. 157 159 Separar algo de un todo, para estudiarlo o considerarlo por separado. Perteneciente o relativo al síntoma. 161 Disuadir a alguien de sus opiniones, ideas, creencias, suposiciones 162 Bacteria en forma de bastoncillo o filamento más o menos largo, recto o encorvado según las especies. 160 44