Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 28
Pudo bautizarle con mil nombres diferentes, pero el quesero prefirió Daniel.
—¿Sabes que Daniel era un profeta que fue encerrado en una jaula con diez
leones y los leones no se atrevieron a hacerle daño? —le decía, estrujándole
amorosamente.
El poder de un hombre cuyos ojos bastaban para mantener a raya a una jauría de
leones, era un poder superior al poder de todos los hombres; era un
acontecimiento insólito y portentoso que desde niño había fascinado al quesero.
—Padre, ¿qué hacen los leones?
—Morder y arañar.
—¿Son peores que los lobos?
—Más feroces.
—¿Queeeé?
El quesero facilitaba la comprensión del Mochuelo como una madre que mastica
el alimento antes de darlo a su hijito.
—Hacen más daño que los lobos, ¿entiendes? —decía. Daniel, el Mochuelo, no se
saciaba:
—¿Verdad que los leones son más grandes que los perros?
—Más grandes.
—¿Y por qué a Daniel no le hacían nada?
Al quesero le complacía desmenuzar 95 aquella historia:
—Les vencía sólo con los ojos; sólo con mirarles; tenía en los ojos el poder de
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Desmenuzar: Deshacer algo dividiéndolo en partes menudas.
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