Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 182
—Ni pintada querría yo una madre como la Guindilla — dijo el Mochuelo.
—El padre
dice
peinará las trenzas.
que
ella
me
lavará
la
cara
y
me
Volvió a insistir el Mochuelo:
—Y tú, ¿qué dices?
—Nada.
Daniel, el Mochuelo, presentía la tribulación inexpresada 651 de la pequeña, el
valor heroico de su hermetismo 652 , tan dignamente sostenido.
La niña preguntó de pronto:
—¿Es cierto que tú te marchas a la ciudad?
—Dentro de tres meses. He cumplido ya once años. Mi padre quiere que progrese.
—Y tú, ¿qué dices?
—Nada.
Después de hablar se dio cuenta el Mochuelo de que se habían cambiado las
tornas; de que era él, ahora, el que no decía nada. Y comprendió que entre él y la
Uca—uca surgía de repente un punto común de rara afinidad. Y que no lo pasaba
mal charlando con la niña, y que los dos se asemejaban en que tenían que acatar
lo que más convenía a sus padres sin que a ellos se les pidiera opinión. Y advirtió
también que estando así, charlando de unas cosas y otras, se estaba bien y no se
acordaba para nada de la Mica. Y, sobre todo, que la idea de marchar a la ciudad
a progresar, volvía a hacérsele ardua 653 e insoportable.
expresado (‖ manifestado con palabras ).
652
Cualidad de hermético (‖ impenetrable , cerrado ).
653
1. adj. Muy difícil
651
No
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