Leemos el camino segundo A Los chicos leemos El camino versión 2 B con introd | Page 17
inminencia de otros seis en los que tampoco descansaría. La vida era así de
exigente y despiadada con los hombres.
A veces, Paco, cuyo temperamento se exaltaba con el alcohol, armaba en la
taberna del Chano trifulcas 35 considerables. Esto sí, jamás tiraba de navaja
aunque sus adversarios lo hicieran. A pesar de ello, las Lepóridas y la Guindilla
mayor decían de él —de él, que peleaba siempre a pecho descubierto y con la
mayor nobleza concebible— que era un asqueroso matón. En realidad, lo que
mortificaba a la Guindilla mayor, las Lepóridas, al maestro, al ama de don
Antonino, a la madre de Daniel, el Mochuelo, y a don José, el cura, eran los
músculos abultados del herrero; su personalidad irreductible; su hegemonía 36
física. Si Paco y su hijo hubieran sido unos fifiriches al pueblo no le importaría
que fuesen borrachos o camorristas; 37 en cualquier momento podrían tumbarles
de un sopapo. Ante aquella inaudita corpulencia, la cosa cambiaba; habían de
conformarse con ponerles verdes por la espalda. Bien decía Andrés, el zapatero:
"Cuando a las gentes les faltan músculos en los brazos, les sobran en la lengua".
Don José, el cura, que era un gran santo, a pesar de censurar 38 abiertamente a
Paco, el herrero, sus excesos, sentía hacia él una secreta simpatía. Por mucho
que tronase no podría olvidar nunca el día de la Virgen, aquel año en que Tomás
se puso muy enfermo y no pudo llevar las andas 39 de la imagen. Julián, otro de
los habituales portadores de las andas, tuvo que salir del lugar en viaje urgente.
La cosa se ponía fea. No surgían sustitutos. Don José, el cura, pensó, incluso, en
suspender la procesión. Fue entonces cuando se presentó, humildemente, en la
iglesia Paco, el herrero.
—Señor cura, si usted quiere, yo puedo pasear la Virgen por el pueblo. Pero ha
de ser a condición de que me dejen a mí solo — dijo.
Don José sonrió maliciosamente al herrero.
—Hijo, agradezco tu voluntad y no dudo de tus fuerzas. Pero la imagen pesa
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Trifulca: Desorden y camorra entre varias personas
Hegemonía: Supremacía de cualquier tipo .
Camorristas: Que fácilmente y por causas leves arma camorras y pendencias
Censurar: Criticar
Andas:Tablero que , sostenido por dos varas paralelas y horizontales , sirve para conducir efigi
es , personas ocosas .
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