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El tío Aurelio, el hermano de su madre, les escribió desde Extremadura. El tío Aurelio se marchó a Extremadura porque tenía asma 336 y le sentaba mal el clima del valle, húmedo y próximo al mar. En Extremadura, el clima era más seco y el tío Aurelio marchaba mejor. Trabajaba de mulero 337 en una gran dehesa 338 , y si el salario no daba para mucho, en cambio tenía techo gratis y frutos de la tierra a bajos precios. "En estos tiempos no se puede pedir más", les había dicho en su primera carta. De su tío sólo le quedaba a Daniel, el Mochuelo, el vago recuerdo de un jadeo 339 ahogado, como si resollase 340 junto a su oído una acongojada 341 locomotora ascendente. El tío se ponía compresas en la parte alta del pecho y respiraba siempre en su habitación vapores de eucaliptos 342 . Mas, a pesar de las compresas y los vapores de eucaliptos, el tío Aurelio sólo cesaba 343 de meter ruido al respirar en el verano, durante la quincena más seca. En la última carta, el tío Aurelio decía que enviaba para el pequeño un Gran Duque que había 336 Enfermedad de los bronquios , caracterizada por accesos ordinariamente nocturnos e infebriles , con respiración difícil y anhelante , tos , expectoración escasa y espumosa , y silbidos respiratorios Encargado de cuidar las mulas 338 Tierra generalmente acotada y arbolada, por lo común destinada a pastos. 339 Respirar anhelosamente 340 Dicho de una persona o de un animal: Absorber y expeler el aire por sus órganos respiratorios. 341 Causar inquietud, preocupación o temor. 342 Árbol originario de Australia 343 Dicho de una cosa: Interrumpirse o acabarse. 337