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cosa. Le agradaba constatar el paralizado estupor 59 de los campos y el verdor frenético 60 del valle y las rachas de ruido y velocidad que la civilización enviaba de cuando en cuando, con una exactitud casi cronométrica 61 . Muchas tardes, ante la inmovilidad y el silencio de la Naturaleza, perdían el sentido del tiempo y la noche se les echaba encima. La bóveda 62 del firmamento 63 iba poblándose de estrellas y Roque, el Moñigo, se sobrecogía 64 bajo una especie de pánico astral. Era en estos casos, de noche y lejos del mundo, cuando a Roque, el Moñigo, se le ocurrían ideas inverosímiles 65 , pensamientos que normalmente no le inquietaban: Dijo una vez: —Mochuelo, ¿es posible que si cae una estrella de ésas no llegue nunca al fondo Daniel, el Mochuelo, miró a su amigo, sin comprenderle. —No sé lo que me quieres decir —respondió. El Moñigo luchaba con su deficiencia 66 de expresión. Accionó repetidamente con las manos, y, al fin, dijo: —Las estrellas están en el aire, ¿no es eso? —Eso. 59Asombro, pasmo 60 Furioso, rabioso. 61 Perteneciente o relativo a la cronometría o al cronómetro 62 Esfera aparente que rodea la Tierra 63 Bóveda celeste en que están aparentemente los astros 64 Causar impresión o susto a alguien 65 Que no tiene apariencia de verdadero 66Funcionamiento intelectual inferior a lo normal que se manifiesta desde la infancia y está asociado ad esajustes en el comportamiento