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—Los hombres que van buscando la mujer se casan en primavera; los que van
buscando la fregona se casan en invierno. No falla nunca.
A la Nochebuena siguiente, la Sara estaba de muy buen humor. Desde que se hiciera
novia del Peón se había suavizado su carácter. Hasta tal punto que, desde entonces,
sólo dos veces había encerrado al Moñigo en el pajar para leerle las recomendaciones
del alma. Ya era ganar algo. Por añadidura, el Moñigo sacaba mejores notas en la
escuela y ni una sola vez tuvo que levantar la Historia Sagrada, con sus más de cien
grabados a todo color, por encima de la cabeza.
Daniel, el Mochuelo, en cambio, sacó bien poco de todo aquello.
A veces lamentaba haber intervenido en el asunto, pues siempre resultaba más
confortador 493 sostener la Historia Sagrada viendo que el Moñigo hacía otro tanto a
su lado, que tener que sostenerla sin compañía.
El día de Nochebuena, la Sara andaba de muy buen talante 494 y le preguntó al Moñigo
mientras daba vuelta al pollo que se asaba en el horno:
—Dime, Roque, ¿escribiste tú una carta al maestro diciéndole que yo le quería?
—No, Sara —dijo el Moñigo.
—¿De veras? —dijo ella.
—Te lo juro, Sara —añadió.
Ella se llevó un dedo que se había quemado a la boca y cuando lo sacó dijo:
—Ya decía yo. Sería lo único bueno que hubieras hecho en tu vida. Anda. Aparta de
ahí, zascandil 495 .
Que tranquiliza,ayuda
Voluntad, deseo, gusto
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Persona de poca formalidad, inquieta y enredadora
493
494