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CAPÍTULO II
Ahora, Daniel, el Mochuelo, ya sabía lo que era tener el vientre seco y lo que era un
aborto. Pensó en Roque, el Moñigo. Quizá si no hubiera conocido a Roque, el
Moñigo, seguiría, a estas alturas, sin saber lo que era un vientre seco y lo que era un
aborto. Pero Roque, el Moñigo, sabía mucho de todo "eso". Su madre le decía que
no se juntase con Roque, porque el Moñigo se había criado sin madre y sabía muchas
perrerías 17 . También las Guindillas le decían a menudo que por juntarse al Moñigo
ya era lo mismo que él, un golfo y un zascandil.
Daniel El Mochuelo, siempre
salía en defensa de Roque el Moñigo. La gente del
pueblo no le comprendía o no quería comprenderle. Que Roque supiera mucho de
"eso" no significaba que fuera un golfo y un zascandil. 18 El que fuese fuerte como
un toro y como su padre, el herrero, no quería decir que fuera un malvado. El que su
padre, el herrero, tuviese siempre junto a la fragua una bota de vino y la levantase
de cuando en cuando no equivalía a ser un borracho empedernido, ni podía
afirmarse, en buena ley, que Roque, el Moñigo, fuese un golfante como su padre,
porque ya se sabía que de tal palo tal astilla. Todo esto constituía una sarta de
infamias, y Daniel, el Mochuelo, lo sabía de sobra porque conocía como nadie al
Moñigo y a su padre.
17 Acción mala o inesperada contra alguien
18 Persona de poca formalidad , inquieta y enredadora