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Pedro Socorro
Cronista oficial de Santa Brígida
Un BIC para un horno centenario
[...Pedro Socorro]
A las puertas del verano conocíamos la excelente noticia de que el Gobierno de Canarias
aprobó la declaración como Bien de Interés
Cultural (BIC), con categoría de monumento,
del antiguo horno de ladrillos y tejas ubicado
en una finca particular de El Madroñal. La propuesta la lanzamos hace cinco años al Consejo de Patrimonio Municipal de Santa Brígida y fue refrendada de forma unánime por
la Corporación municipal. En otras palabras,
se protege legalmente al viejo horno en el
que se cocieron los primeros ladrillos de barro y tejas para las fábricas de viviendas de
la zona a fines del siglo XIX.
El patrimonio satauteño está de enhorabuena; pero el camino es aun largo para que su
protección real sea efectiva y, sobre todo,
para que los grancanarios podamos disfrutar de esa longeva figura de ladrillos rojos.
La triste realidad es que muchos de estos
Bienes de Interés Cultural están abandonados, olvidados o destruidos por la suma del
paso del tiempo y la negligencia de sus propietarios y de las administraciones públicas.
El centenario horno se construyó para suministrar ladrillos a la hermosa mansión
de marcado estilo colonial inglés y cierto
donaire de elegancia que don Joaquín Apolinario Suárez, casado con su prima Ana Alzola Apolinario, construyó a fines del siglo
XIX sobre unos terrenos que había adquirido en
Buena Vista, antes de llegar al barrio de El Madroñal, a fin de pasar largas temporadas de verano y disfrutar de unas bocanadas de aire puro
que mejoraran sus débiles pulmones, siguiendo los prudentes consejos de su médico de cabecera. A esa altura de su vida don Joaquín era
un acaudalado comerciante y propietario de
muchos terrenos en la capital, pero también en
Gáldar, su ciudad natal, donde su padre había
sido alcalde, y negocios en Suecia. Aquel paraje
Entretanto, el abandono de la actividad en el
horno, como consecuencia de la caída de demanda por la entrada de materiales nuevos de
construcción, significó su progresivo deterioro.
Para colmo, las diferentes obras de ensanche y
mejora de la carretera con la que linda, se han
convertido también en un factor de amenaza
para su conservación. En ninguno de los planes del Servicio de Carreteras del Cabildo
se ha contemplado un proyecto de protección y mejora de ese monumento vivo en
la turística ruta de Centro. Tampoco se han
acometido reformas que recuperen a este
símbolo histórico de nuestro patrimonio.
Las afecciones más notables, sin embargo,
se han derivado de los movimientos de
tierra que se han producido en los últimos
años en la finca donde se ubica, y que ha
significado que parte de la estructura haya
quedado sepultada. En la actualidad, la maleza y la ausencia de mantenimiento han
provocado que el bello monumento sea
menos visible desde la carretera y que su
fachada, muy castigada por la falta de cuidados, corra el riesgo de desprendimiento.
Por tal motivo, la aprobación del BIC debe
acelerar las negociaciones con su propietario para tratar de darle titularidad pública o
que, al menos, se permita que unas obras
de rehabilitación evite el avance del detePanorámica superior del centenario horno de ladrillos y tejas de El Madroñal...[PS]
rioro y lo consolide. Al menos a fin de que
la ruina termine por aniquilarlo ante los
ojos de una Administración que ha autorizado
histórico corredor que conectaba las tres vegas
ron disminuyendo la demanda y el uso de esa
su protección y que se ha obligado a tutelar su
con la capital. Se trata de uno de los hornos más
antigua infraestructura. A partir de entonces su
cuidado.
singulares del archipiélago por su estructura y
interior se convirtió en un excelente escondite
Santa Brígida guarda otros vergonzantes casos.
grandeza. Una construcción de planta cilíndrica
para los juegos infantiles de los niños que acuOcurre con la acequia de Tafira, un histórico cade unos 9 metros de altura y 3 metros de diádían a la cercana escuela de aquel pago. Para
nal de conducción de agua, del siglo XVII, que
metro de la cámara interior. La estructura se
entonces, la finca pasó a la propiedad del mérecorre sobre la superficie diversos tramos d e la
erigió para la cocción de las tejas y ladrillos de
dico y reconocido homeópata Saturnino Báez
carretera del Centro, sobre todo en la zona de El
barro. El proceso de elaboración era netamente
González, quien contrajo ventajosas nupcias en
Monte, pero que lleva años de descuidado y a la
artesanal y presentaba préstamos culturales de
la cercana ermita de El Madroñal, en 1924, con
vista de todos.
las técnicas de alfarería tradicional que se desaMarcela Apolinario Alzola, la única hija de aquel
rrollaba en La Atalaya. Fue realizada con losetas
acaudalado matrimonio.
fue especialmente elegido por sus magníficas
vistas verdes y su saludable situación.
La antigua carretera del Centro (hoy denominada GC-15) partió en dos mitades la finca
matriz originaria. El emplazamiento de la vieja
industria, en una esquina del terreno, junto a la
vieja vía, permitía el tránsito de carruajes para
el transporte de materiales y productos en este
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de barro macizo y se estructura en dos partes:
la hornilla, destinada a la caldera, situada en la
parte inferior, desde donde se prendía fuego a
la leña, y el cubo. Junto al horno se halla un estanque donde se esponjaban los ladrillos.
El horno estuvo en activo hasta finales de los
años veinte del siglo XX, en la que los cambios
en los sistemas y materiales constructivos fue-
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