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L AS VOCES DEL 11 - L A REVISTA DEL N ORMAL
que presentarle a alguien”, o una
mujer que sea soltera y salga con
varios tipos a la vez: “qué
atorranta, que se haga respetar,
sino los hombres no la van a
valorar”. Para todo hay una
opinión sobre qué es lo que
debemos hacer o lo que debemos
dejar de hacer. Si bien la moral
nos impone opiniones respecto a
todos, incluso sobre los hombres,
sobre nosotras pesa la sanción si
llegáramos a disfrutar de nuestra
libertad sexual, a tal punto de que
si otra persona nos coacciona sin
nuestro consentimiento debemos
soportarlo porque “estábamos
provocando”. De la misma
manera, una licencia por
maternidad
prolongada
se
asegura de que pasemos criando
a nuestro bebé recién nacido por
bastante tiempo, mientras que el
padre tiene sólo 2 días de
licencia, lo que no sólo no le
permite hacerse cargo de las
responsabilidades
que
esto
implica, sino que no puede pasar
tiempo con su hijo porque el
patriarcado lo obliga a que su
labor tiene que estar fuera del
hogar, mientras que el nuestro,
adentro. ¿Es acaso demasiado
insólito pensar en la idea de un
hombre trabajando para el
N ÚMERO I - S EPTIEMBRE DE 2017
hogar? ¿Incluso si lo elige? Estos
estereotipos son los que limitan
nuestras libertades, y nos impone
que no nos debe gustar
determinados deportes; nos
alejan de ciertos tipos de trabajo,
nos trae la exigencia de cumplir
con ciertos rasgos físicos
característicos y abusar de
métodos que mejoren nuestra
apariencia para el placer ajeno,
nos dice que tenemos que seguir
con la heteronormativa de
enamorarnos de alguien del sexo
opuesto, nos demanda que
tenemos que perder la virginidad
a una edad específica, entre otros
micromachismos cotidianos que
reproducimos sin darnos cuenta.
Este sistema nos afecta a todos,
pero para nosotras puede
implicar
discriminación
por
género, censura, no poder
disfrutar de nuestra sexualidad,
subestimación por ser mujer, que
no nos dejen decidir sobre
nuestro
propio
cuerpo,
agresiones, abusos, entrar en
una red de trata o incluso la
muerte. Y perder de vista esto es
trabajar para el patriarcado.