Las conclusiones extraídas determinan que los jóvenes
que están más de dos horas al día en Instagram,
Twitter o Facebook, tienen más posibilidades de sufrir
problemas de salud mental, sobre todo angustia y
síntomas de ansiedad y depresión.
Se han encontrado casos de ciberacoso anónimo que han
derivado en autolesiones, miedos e intentos de suicidio
con tan solo 16 años.