26 Salvador Carracedo Dapena
ocupación y sus dudas. Se acercaba el fin de sus vacaciones y
tendría que volver a su trabajo en correos. Quizá podría pedir
a su jefe unos días más de vacaciones. Mas, conociendo su
talante cumplidor e imaginando la reacción que tendría, desistió
de la idea. Pensó en Antonio, su compañero. Eran buenos
amigos y frecuentemente se hacían favores en los turnos.
Lo malo era que ahora le pertenecía a él irse de vacaciones.
¿Aceptaría retrasar su inicio unos días? ¿Y obtendrían permiso
del jefe? Se decidió a intentarlo. Así que, allá se fue. Explicó a
su amigo su intención y el problema que tenía. Al principio,
Antonio no le puso buena cara; pero siendo Roger, no tardó
en aceptar. Para su sorpresa, el jefe no se opuso al cambio. Y
en cuanto se terminara la siega, podría hacer el viaje, a pesar
de sus dudas.