Las Historias de Esmeralda
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Hola, soy yo, Simbad el marino, hoy les voy
a contar uno de mis asombrosos viajes. Todo empezó
cuando comencé a extrañar mis viajes, conocer gente,
lugares, y otras cosas, entonces decidí empezar una
nueva aventura. Con buen tiempo partí de puerto de
Bazra, la primera parte del recorrido fue tranquila,
pero luego se largó una fuerte tormenta que rompió
los mástiles del barco. Había muchas olas que termi-
naron por inundarnos. El barco destrozado volcó y
todos nos lastimamos en el agua. Algunos se pudieron
agarrar de unas maderas cercanas que flotaban en el
agua. Por mañana del segundo día una ola nos arrastró
hacia una isla, teníamos mucha hambre, sed, frio, miedo
y sobre todo estábamos muy cansados. Más tarde
exploramos la isla, encontramos que realmente ese
lugar era un reino, había árboles frutales, aguas manan-
tiales que abundaban en el lugar nos permitieron reco-
brar nuestras fuerzas. Al amanecer, nos pareció ver entre los árboles un edificio muy grande y nos acercarnos a él. Descubrimos que era un palacio de mucha altura, rodeado por murallas con una gran puerta de dos hojas. Como esta puerta estaba abierta, entramos y nos tiramos al suelo a dormir.
El Marino