NACI EN SHAVUOT
por Ruthy Benoliel, Chairperson WIZO Florida, EE.UU.
En Shavuot celebramos la entrega de la Torá, de la que emanan
los principios que guían nuestras vidas. En este día de fiesta,
leemos la historia de Rut, una de nuestras ilustres antepasadas.
Es para mí una fuente de gran orgullo llevar su nombre, Rut,
porque yo nací en Shavuot.
Cuando fui concebida, mi bisabuela le dijo a mi madre que iba a
nacer unas semanas antes de lo previsto, en el primer día de
Shavuot. Mi bisabuela tenía razón y también se llamaba Rut,
como la célebre moabita, que se ha convertido en un símbolo de
la identidad judía y del compromiso por la perpetuación del
pueblo judío. Ella es un gran ejemplo de lealtad y determinación.
Crecí en el seno de la maravillosa comunidad judía de Panamá. Al igual que mis padres y mi
familia, me eduqué en la escuela judía y activé en el grupo juvenil Macabbi, donde me inculcaron la
identidad y el orgullo judío. Allí aprendimos que antes que nada, somos judíos.
Vivo en Miami hace más de 28 años con Max, mi marido maravilloso y nuestros cuatro hijos:
David, Danny, Isaac y Sarita. Los chicos estudiaron en la Escuela Judía Hillel Scheck. Además
asistimos a la sinagoga en Bal Harbour y al centro de la comunidad judía local, que nos han ayudado
a inculcar en ellos la importancia de saber quiénes son: judíos orgullosos cuyo futuro como tales se
basa en la continuidad de nuestra tradición. Sus numerosas visitas a Israel y las instituciones de
WIZO han añadido una realidad a lo que les hemos enseñando.
Desde que vivo aquí en Miami, WIZO ha sido siempre una parte de mí y me ha ayudado a
convertirme en el líder de la comunidad que soy. Ha sido un honor para para mi ser en los dos
últimos años Chairperson de WIZO Florida. WIZ O fue fundada en 1920 y desde entonces se ha
dedicado a la educación de miles de niños que han pasado por sus instituciones. También WIZO ha
inculcado en ellos los mismos valores de orgullo en su herencia judía y la obligación de las
generaciones futuras de mantener la continuidad judía, que yo personalmente he inculcado a mis
hijos.
Si la Rut bíblica fue capaz de dejar a su familia y su nación, para echar su suerte con un pueblo y de
una religión que no conocía, entonces nos corresponde a nosotros, que somos judíos, estar
conectados a nuestra tierra de Israel, nuestra forma de vida judía, nuestra comunidad y nuestro
patrimonio.
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