Las redes hacen hincapié en que la interacción se basa en intereses materiales o de ideas y tienen
muy a menudo fines específicos y a corto plazo. Este paradigma ha sido especialmente prominente
en las industrias de alta tecnología y toca a casi todos los que han utilizado la Internet. Los jóvenes
que crecieron en línea con las redes sociales no están interesados en unirse a una organización
tradicional judía de talla única, grande, muy estructurada y jerárquica (como las federaciones). En
cambio, los jóvenes están interesados en proyectos sobre la base de intereses compartidos y la
búsqueda mutua del significado.
Al mismo tiempo, las redes y la creación de redes también ofrecen oportunidades. La Internet y las
redes sociales permiten a jóvenes judíos conectarse, especialmente a aquellos que viven marginados
o en la periferia, que no pueden o no desean tener conexiones sociales con organizaciones,
instituciones y marcos sociales judíos.
Además de las cuestiones de pertenencia, afiliación y asociación, el paradigma de la red también
parece afectar la construcción de la identidad judía misma. A diferencia de los medios tradicionales,
como la televisión, que jugó un papel muy importante en la construcción de la identidad colectiva, la
Internet fomenta la individualización y la personalización en la construcción de la identidad. Al
crear una identidad individual se enfatiza la personalización y la fragmentación. Encuestas recientes
han indicado una significativa incidencia de identidades judías de ca &7FW,: