La voz del Fray 2.0, 3 (06/2017) vozfray-3-2017 | Page 23
CULTURA
La escenografía expresionista en el cine y el teatro
El Expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que se
plasmó en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, etc.
Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición
del fauvismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las
llamadas “ vanguardias históricas ” .
Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento heterogéneo, una actitud y
una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente
formación y nivel intelectual. Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y el
carácter positivista de este movimiento de finales del siglo XIX los expresionistas defendían un arte más
personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista – la “ expresión ” – frente a la
plasmación de la realidad
– la
“ impresión ” – .
El expresionismo suele ser entendido como
la deformación de la realidad para expresar de forma más subjetiva la naturaleza y el ser humano, dando
primacía a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de la realidad. Entendido de
esta forma, el expresionismo es extrapolable a cualquier época y espacio geográfico. Así, a menudo se ha
calificado de expresionista la obra de diversos autores como Matthias Grünewald, Pieter Brueghel el Viejo, El
Greco o Francisco de Goya.
Algunos historiadores, para distinguirlo, escriben “ expresionismo ” – en minúsculas – como término
genérico y “ Expresionismo ” – en mayúsculas – para el movimiento alemán. Con sus colores violentos y
su temática de soledad y de miseria, el expresionismo reflejó la amargura que invadió a los círculos artísticos
e intelectuales de la Alemania prebélica, así como de la Primera Guerra Mundial ( 1914-1918 ) y del período
de entreguerras ( 1918-1939 ) .
Esa amargura provocó un deseo vehemente de cambiar la vida, de buscar nuevas dimensiones a la
imaginación y de renovar los lenguajes artísticos. El expresionismo defendía la libertad individual, la primacía
de la expresión subjetiva, el irracionalismo, el apasionamiento y los temas prohibidos – lo morboso,
demoníaco, sexual, fantástico o pervertido – . Intentó reflejar una visión subjetiva, una deformación emocional
de la realidad, a través del carácter expresivo de los medios plásticos, que cobraron una significación
metafísica, abriendo los sentidos al mundo interior.
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