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Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta, aun con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Pepe seis meses después del accidente y cuando le
pregunté como estaba, me respondió: “MEJOR IMPOSIBLE”.
Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó:
Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: Podía elegir vivir o podía elegir morir.
“ELEGI VIVIR”.
¿No sentiste miedo?, le pregunté.
Pepe continuó: “los médicos fueron geniales, no dejaban de decirme, que iba a estar bien.
Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: “Es hombre muerto”, supe entonces que debía tomar una elección.
¿Qué hiciste?, pregunté.
Pepe me dijo: “Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: “SI, A LAS BALAS”.
Mientras reían, les dije: “estoy escogiendo vivir, opérenme como si
estuviera vivo, no muerto”.
Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo, por su asombrosa actitud.
Aprendió, que cada día tenemos la elección de vivir plenamente. La actitud, finalmente, lo es todo.
Al final la decisión de:
•Como eres
•Como te ves
•Como te sientes
•Como vives
¡ES TUYA!
Y recuerda:
Solo se frustran aquellos que dejan de ver la parte positiva de sus resultados
y de la vida…
(Anónimo)