La Revista Usaka No. 03 | Page 13

Y después es lo normal: te da por hacer tus propios cómics tus propias revistas y por ahí entré en el mundo del cómic. Además el cómic es algo que me encanta como medio narrativo: es mezclar la literatura con el dibujo, que son dos cosas que me encantan. A nivel total, para mí es lo mejor. ¿Tuviste alguna formación específica de arte o estudiaste otra cosa? Bueno… Yo estudié Derecho (risas). Luego estuve tres años dando clases con un pintor. Yo vivía en Valencia y cerca había un pintor que daba clases al lado de su estudio. Yo iba allí dos veces por semana y daba clases de dibujo artístico: acuarela, óleo… Lo que se dice dibujo artístico puro y duro. Nunca pensé que me iba a acabar dedicando a esto, así que me concentraba en aprender todo lo que podía y con eso me daba por satisfecho. Esa es la formación artística que he tenido. Lo demás ha sido todo autodidacta. Eso sí, reconozco que el tiempo que pasé allí me dio unas bases en cuanto al color, las sombras… Que nunca podré agradecer lo suficiente porque me han ayudado muchísimo. Creo que es recomendable tener “algo” por lo menos, como una persona que te de un mínimo de formación. ¿Puedes resumirnos un poco tu carrera? Es decir, desde cómo empezaste hasta llegar a tu trabajo como colorista de DC. La Revista USAKA La raíz de todo fue un fanzine que hacíamos aquí, en Málaga, de manera amateur. Llegamos a hacer cuatro números, creo. Lo vendíamos en Málaga y también lo mandábamos por correo a gente del resto de España y de Sudamérica que participaba. Conocimos a gente de Chile, de México, País Vasco, Cataluña, de todas partes… Era un grupo que teníamos en Internet y yo editaba y maquetaba este fanzine, aparte de dibujar. A partir de ahí conocí a gente que tenía un pequeña editorial en Málaga, que ya está desaparecida, y me ofrecieron trabajo. La editorial también se dedicaba al mundo del cómic y allí yo hacía un poco de todo: dibujaba, entintaba, maquetaba, hacía lo que fuera saliendo. Con el tiempo empecé a buscarme la vida como freelance, haciendo cosas por Internet y demás, hasta que empecé a ir a los Salones del Cómic de Barcelona y a hacer entrevistas con los editores. Al final contacté con un agente, que es el que me lleva el tema del trabajo en Estados Unidos, y es él quien me consiguió un trabajo para DC, allá por el año 2007. Supongo que eso fue el trampolín hacia la fama. Sí, me costó muchos meses de hacer pruebas, de rectificarlas y volver a enviarlas hasta que algo les convenció. 13