- ¿Te gusta cocinar con gente o la cocina es tu refugio personal?
- Depende el día y de qué esté haciendo. Si cocino para divertime me encanta que me ayuden los chicos y jugamos, probamos. Pero si no, no los dejo mucho, jaja. Yo soy super práctica y hay días que tengo los horarios muy pautados y ajustados entonces, tengo que cumplir eso. Si no, me redivierte compartir la cocina. Con Bernie (su marido) nunca cocino, porque me pone renerviosa, jaja.
- Hay muchas mujeres que por falta de tiempo o ideas no cocinan en sus casas, ¿qué consejo le darías?
- Que traten de buscar recetas fáciles, que no se compliquen. Siento que hoy la mujer (y es comprensivo) no tiene tiempo, pero me da pena que compren comida rápida o prehechas que no son tan sanas, porque hay muchos platos super fáciles que no llevan tanto tiempo. Tenemos muchos cortes de carne riquísimos que lo haces en dos minutos con un puré super rico y sencillo. Muchas mujeres piensan que meter un paquete prehecho en el horno es comida y no está bueno. Sobre todo por los chicos, que terminan mal alimentados y muchos con obesidad. Me llama la atención porque es sumamente importante la comida. Además, por el amor que transmite cocinarles. Para mí eso es un placer. Los fines de semana, en casa somos tantos que comemos en tandas, porque los chicos casi siempre vienen con amigos. Los más grandes podrían comer en el club, en cualquier otro lado, pero quieren hacerlo en casa, ellos sienten el placer de que te dediques a ellos, está buena esa elección, que elijan venir a casa. Por eso, mi recomendación es que cocinen fácil y rápido, pero rico, saludable y con amor. Se puede.
- Los dulces muchas veces vienen con el cartel de “prohibido” por las calorías que suponen comerlos. ¿Qué les dirías a los que no se permiten esos placeres?
- Hay muchas formas de disfrutar los dulces y cuidarse al mismo tiempo. Algo que recomiendo siempre es que en la semana nos cuidemos y en el finde disfrutemos. Sin desbocarse, pero buscar la diversión en la comida. Yo además, hago deporte (para cuidarme y porque me encanta hacerlo) y me doy mis placeres. Me divierte y no lo reprimo.
- ¿Y los dulces y los chicos?
- Hay de todo y depende qué se haga y cómo. Obvio que lo hecho en casa es lo más rico. Mis chicos ya están un poco cansados de las tortas por ejemplo, jaja. Pero bueno, están acostumbrados a la variedad y por eso, cada uno tiene sus preferencias. Mi hijo de 10 años, por ejemplo, es refanático de mis galletas y cuando viene con los amigos -que se quieren comer todo, obvio-, me pide las galletas y los chicos no lo pueden creer, jaja.
Fuente: http://www.hileret.com.ar/nota.php?id=84#.V6tyHNRruko