La Revista Digital 1 Versión Final Revista No. 2 - Prueva | Page 54
C. Kenny-Jordan
Initially, these programs worked with national, public
forestry and environmental institutions to establish pilot
projects in the field. Then, seeking to expand on their
early successes, these programs also worked with local
institutions such as regio nal development corporations,
municipalities, NGOs and rural community development
committees. As a result, many these local institutions now
conduct environmental programs of their own. In addition
to the activities mentioned these programs now assist rural
communities and farming families to adapt and mitigate
the effects of climate change through the recuperation and
sustainable management of important natural ecosystems
such as native forests, high grass lands and wetlands.
los programas ambientales que llevaron a cabo instituciones
nacionales, internacionales, ONGs y algunas empresas
privadas con responsabilidad social en las últimas cuatro
décadas, han ayudado a mejorar las condiciones de vida
de cientos de miles de agricultores andinos, mediante la
promoción e implementación de planes comunitarios y/o
familiares de manejo ambiental de autosuperación.
Local organizations face many deterrents in the
application of their environmental programs. Most rural
communities and farm families are wary of assistance
programs, ingrained perhaps as a result of paternalistic
development programs of the past that, in many
cases, attacked their cultural beliefs and rights to self-
determination. Low farm income due to unproductive
agriculture and forestry practices and unfair marketing
procedures is another problem faced by Andean famers
on a daily basis. Institutional infighting, gender inequality,
corruption and violence also complicate life in the Andes.
This paper is directed at students, young professionals
and all other aspiring development workers and explains
what they can do to help local institutions overcome
these aforementioned deterrents and conduct high-impact
participatory environmental development programs.
Keywords: Andes, farming families, sustainable
development, participatory planning, institutional
capability and management, protection of ecosystems
Introducción
Los Andes son el conjunto de cadenas de montaña que
se extiende desde del norte de Venezuela hasta la parte más
meridional de Chile. Es un mosaico de tierras agrícolas
productivas, tierras agrícolas marginales, plantaciones
forestales, bosques nativos, páramos, laderas rocosas,
valles, humedales, lagos, ríos y quebradas. Los hombres y
mujeres de las familias de agricultores andinos dependen
de estos paisajes para obtener una amplia variedad
de servicios: agua, suelos, pastos, alimentos, madera,
materiales para la construcción, medicinas, deportes,
recreo, bienestar cultural y equilibrio espiritual (ver Figura 1).
Décadas de mal uso de los recursos naturales han
dañado seriamente la capacidad de muchos de estos
paisajes andinos de continuar proporcionando estos
servicios, exponiendo a millones de familias campesinas
a muchos riesgos. El daño que afecta el flujo y la calidad
del agua es particularmente importante para estas familias
campesinas que viven por el dicho: “no hay agua, no hay
cultivos, y no hay vida”.
Compuestos de gente curiosa, responsable y
determinada a promover un desarrollo rural más sostenible,
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Figura 1. Los Andes.
El trabajo con las organizaciones y las familias
campesinas, permitió a estos programas validar metodologías
innovadoras y eficaces de planificación y evaluación
participativa y tecnologías productivas y amigables de
agricultura, silvicultura y manejo de pastizales. También
hicieron avances importantes en temas de conservación
del páramo, la protección de la biodiversidad e instalación
de empresas comunitarias y familiares generadoras de
ingresos monetarios. Implementaron estas actividades a
través de una mirada de género. En este sentido, uno de los
mayores logros fue la inclusión de las mujeres campesinas
en la planificación y ejecución de programas de desarrollo
ambiental, tratándolas como socias con iguales derechos
y acceso a los beneficios logrados. Sobre todo, ellas
se destacaron en la producción y venta de variedad de
productos naturales, por tener talento organizativo y un
especial manejo presupuestario.
Estas experiencias diversas, pero con objetivos y
estrategias de empoderamiento similares, permiten al autor
agrupar los programas bajo un título único: Programas de
Desarrollo Ambiental Participativo (PDAP). Inicialmente,
los programas se trabajaron a través de institucionales
nacionales ambientales públicas, a fin de establecer proyectos
piloto de PDAP en el campo. Basándose en los éxitos de
Revista de Glaciares y Ecosistemas de Montaña 2 (2017): 51-64