13
MADRE ADOLESCENTE( cuento) by Valeria T.
Vivía con mis padres y mis seis hermanos, dos más grandes que yo y los otros cuatro más chicos, mi padre era mui estricto no le gustaba que nosotros salgamos mucho, nos vivía retando porque siempre nos portábamos mal. Cuando tenía catorce años mis padres se separaron y nos fuimos a alquilar con mi madre y mis hermanos, comencé ah salir al boliche con mis dos hermanas mayores que yo, con el permiso de mi mama, pero escapada de mi papa.
Un mes después de cumplir mis quince conocí a un chico de dieciocho años llamado Juan. Con él comencé una relación en la que yo estaba muy enamorada, era mi primer amor. Pero él no, a él le gustaba salir mucho y se la pasaba de“ joda” con los amigos, era una relación media rara yo era bastante celosa, él no me daba mucha cabida que digamos, había veces que no me respondía los mensajes y yo lo salía a buscar por todos lados( a su la casa o a la casa de sus amigos).
Después de un año y un mes quedé embarazada. Cuando me enteré me quería morir, no sabía cómo decirles a mis padres. Me hice todos los estudios a escondidas de ellos. Martín lo tomó bien, estaba recontento.
Pensé que él iba a cambiar, que me iba a valorar más porque llevaba un hijo suyo. Pero al transcurrir el embarazo todo seguía igual, él no dejaba la joda, salía siempre y mientras yo estaba sola, me hacía las mil y uno. La pasé muy mal todo el embarazo, me hacía mala sangre por él.
Mi mamá se dio cuenta que estaba embarazada porque yo andaba con muchas náuseas y le habían dicho que me habían visto sola en el Hospital. Sabiendo que siempre iba con ella. Me obligó a hacerme un test delante de ella, yo me negué, estaba asustada.
Me lo hice cuando ella se fue, delante de mis dos hermanas mayores, el cual me dio positivo, obvio. Cuando mi mamá llegó me regañó, pero a pesar de todo lo tomó bastante bien. Cuando se lo dijo a mi padre, él no lo creía, no le gustó nada, pero al pasar el embarazo siempre me apoyaron y estuvieron contentos.
A los tres meses me entero que va a ser una nena. Cuando estaba de seis meses, estaba pintando la cuna de color rosa, la fui a correr de lugar y me caí. Me fracturé la bolsa amniótica, al ser primeriza no sabía nada. Al otro día, cuando me levanté comencé a perder mucho líquido y fui a buscar a mi mamá para que me acompañara al hospital.
Cuando llegamos tenía tres y medio centímetros de dilatación. Los doctores no querían que naciera acá en el Hospital de Tres Arroyos porque solo pesaba un kilo cien gramos, según la ecografía que me había hecho hacía dos semanas antes. Me pusieron de todo para que no la tuviera, pero cada vez dilataba más, sin embargo, pude retenerla.
Nació de parto normal pesando dos kilos doscientos cincuenta gramos. La llevaron de inmediato a Neonatología por haber nacido antes de tiempo. Yo en el parto me desmayé, desperté después de unas horas y no me acordaba nada, me toqué la panza y empecé a gritar“¿ dónde está mi hija?” porque los médicos todavía no me habían dicho nada. Cuando vinieron las enfermeras y me dijeron que mi hija estaba bien, que estaba en“ Neo” para observación, ahí me tranquilicé.
Me llevaron a verla pero no pude tener contacto con ella. Después de un rato me llevaron a descansar y volví a las dos horas y mi beba estaba toda conectada con suero, sondas, de todo. Asustada, les pregunté qué pasaba. Me dijeron que le había agarrado pausas respiratorias de las que volvía sola; así estuvo tres semanas.