continuando como costa la zona de Cuatro Ciénegas. El más reciente de esos eventos fue cuando se fracturó Pangea, entonces Coahuila se desplazó desde el ecuador hasta donde se encuentra hoy en día junto con todo el hemisferio norte. En ese evento nació el Océano Atlántico en Cuatro Ciénegas hace 200 millones de años.
Durante miles de millones de años se desarrollaron tapetes microbianos y estromatolitos. “Estas estructuras fósiles constituyen la evidencia más antigua de vida en el planeta y fueron responsables de soltar burbuja por burbuja el oxígeno que cambió la atmósfera a una atmósfera azul. Es además en estas complejas comunidades microbianas donde evolucionaron todas las funciones celulares necesarias para reciclar los elementos atómicos que nos construyen”, explicó la doctora.
Hace 35 millones de años, Cuatro Ciénegas se aisló por primera vez del mar al subir el Altiplano Central junto con la Sierra Madre Oriental. “Las bacterias y muchos organismos se quedaron ahí y no se han enterado que se fue el mar. Siguen sus linajes que han sobrevivido por miles de millones de años a cambios planetarios que han causado grandes extinciones, pero no de las comunidades marinas ancestrales de Cuatro Ciénegas”, añadió la investigadora.
La película alterna de la vida
Para Valeria Souza, Cuatro Ciénegas representa la película alterna de la vida, es decir, lo que hubiera pasado si no se hubiera separado Rodinia —el primer supercontinente— hace 800 millones de años.
Durante los primeros tres mil millones de años de la vida en el planeta, esta estuvo extremadamente limitada por un elemento fundamental para la vida, el fósforo, un elemento que guarda la energía (ATP, adenosín trifosfato) y que es parte de nuestra información. Este elemento normalmente explosivo, se estabiliza en presencia del calcio en un mineral conocido como apatita.
Cuando se rompió Rodinia, se generaron más playas donde los estromatolitos que capturan dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera en sus arrecifes precipitaron un cambio climático que resultó en la congelación global de la masa continental denominada Criogénico.
“El hielo raspó los minerales, y expuso la apatita a una atmósfera rica en oxígeno liberando el fósforo en forma de fosfato, por lo que en el deshielo ese fosfato entró junto con agua rica en oxígeno a las playas. Este le dio finalmente la oportunidad a las algas de predominar, puesto que antes no tenían suficiente fósforo para crecer ya que las algas, al igual que los primeros eucariontes, necesitan más energía (ATP) y contienen mayor ADN”, contó la experta.
Por otra parte, el mar era anaranjado rico en azufre y pobre en oxígeno y fósforo. El crecimiento de las algas volvió a capturar el CO2 de la atmósfera en sus células y se precipitó una tercera congelación global que liberó nuevamente fósforo y oxígeno a las playas donde se desarrollaron los primeros animales en el periodo Edicardiano hace 635 millones de años.
La tercera congelación terminó cuando inició el periodo Cámbrico hace 542 millones de años, donde el mar se volvió azul y los animales, plantas y hongos se diversificaron muy rápido debido a que tenían todo el potencial evolutivo pero solo les faltaba la oportunidad ecológica, llamándose esto la explosión del Cámbrico, agregó Valeria Souza.
“Cuatro Ciénegas es especial porque es donde no entró el fósforo a las playas, un sitio extraordinariamente limitado en este elemento fundamental para la vida, que permaneció por la mayor parte de la historia evolutiva de la vida atrapado por el calcio en las rocas”, añadió.
Por otra parte, el mar era anaranjado rico en azufre y pobre en oxígeno y fósforo. El crecimiento de las algas volvió a capturar el CO2 de la atmósfera en sus células y se precipitó una tercera congelación global que liberó nuevamente fósforo y oxígeno a las playas donde se desarrollaron los primeros animales en el periodo Edicardiano hace 635 millones de años.
La tercera congelación terminó cuando inició el periodo Cámbrico hace 542 millones de años, donde el mar se volvió azul y los animales, plantas y hongos se diversificaron muy rápido debido a que tenían todo el potencial evolutivo pero solo les faltaba la oportunidad ecológica, llamándose esto la explosión del Cámbrico, agregó Valeria Souza.
“Cuatro Ciénegas es especial porque es donde no entró el fósforo a las playas, un sitio extraordinariamente limitado en este elemento fundamental para la vida, que permaneció por la mayor parte de la historia evolutiva de la vida atrapado por el calcio en las rocas”, añadió.
Descubriendo un laboratorio
Cuatro Ciénegas fue descubierto en los años 60 por los naturalistas Minckley y Pianka, junto con su enorme diversidad de animales y plantas que lo habitaban y fue Minckley quien promovió la creación del área protegida en 1994. Sin embargo, cuando se dio cuenta que los peces, caracoles y estromatolitos seguían en peligro por la extracción desmedida del agua, buscó la atención de la agencia espacial estadounidense en el programa de astrobiología de su universidad, Arizona State University.
“Fue cuando nos contactaron al doctor Luis Eguiarte y a mí, quienes fuimos por primera vez en 1999, escribimos el proyecto e iniciamos el trabajo en 2000. Desde el inicio, nos enamoramos de la belleza del oasis y sus misterios, de un lugar que se ve sin vida desde el espacio y, sin embargo, es tan diverso a pesar de que está tan limitado por el elemento más crítico para la vida”, afirmó la investigadora.
En Cuatro Ciénegas parece ser que la razón por la que continúan los mismos linajes ancestrales es porque como no hay fósforo, no hay migración de organismos, pues no saben cómo sobrevivir si no hay este alimento fundamental. Los organismos locales tampoco se mueven de su comunidad ya que han construido una enorme codependencia metabólica que les permite sobrevivir en este sitio tan limitado de nutrientes. Por la misma razón, no mezclan genes en general con otras bacterias y consumen todo lo que no conocen utilizando los “cadáveres” como fuente de fósforo, explicó.
Esto da pauta a que Cuatro Ciénegas pudiera ser la cuna de nuevos medicamentos y vacunas, pues el comportamiento agresivo, defensivo y de supervivencia de las bacterias podría ser aplicado a preservar la salud humana, así como la salud planetaria, al tener sus recursos genéticos un potencial enorme como biofertilizantes y para usarlos en la biorremediación.
Investigación ecológica
Actualmente, la doctora Souza continúa trabajando en buscar una explicación sobre cómo surgen y coexisten tantas especies en un sitio tan pobre en nutrientes.