SE PREPARA LA PRUEBA
Frente a sí divisó algo que le reportaría alegría y sufrimiento . Se alzaba poderosa y estática igual que una pirámide , y miraba a Satrôstuk con superioridad , como si solo ella pudiera prever los acontecimientos futuros de la región que caía a sus pies .
Era la región del Arkaidâm una inmensa llanura que se extendía bajo Mampâla , la gran montaña . Por su diminuta condición , Satrôstuk la contemplaba como a una verdadera diosa y , por ello , a cada paso que daba , empuñaba con más fuerza el vitîk que pendía de su cuello . El amuleto iba de un lado a otro en el pecho del joven porque , con las pupilas en la cima , cada vez caminaba más aprisa . El sudor comenzó a aflorar ; tal era su deseo y así , sonriendo el guerrero , lo fue recogiendo con una lámina de hueso con el fin de verterlo en una pequeña ánfora .
Subía y subía observando bien toda la vegetación y fauna de alrededor . Todas ellas eran tan extrañas para un habitante de las llanuras , que no creía en su existencia sino viéndolas . Recordaba Satrôstuk la primera vez que oyó hablar de las rarezas de Mampâla ; fue su vi Abuelo quien casi con treinta años le narró sus experiencias con armadillos gigantescos , piedras trashumantes , árboles de caliza y muchos otros seres maravillosos que ahora se le paraban delante con el asombro natural del que habita en un mundo indómito .