LA OPORTUNIDAD DE REFORZAR EUROPA
Lógicamente , las necesidades y oportunidades que enfrentan las empresas , además de por otros factores , varían en función del sector en el que operan . En este sentido , unas políticas que consideren en su concepción , diseño , aplicación y evaluación las singularidades propias de una realidad sectorial concreta , podrían ser , en algunos casos , un instrumento complementario más eficaz para perseguir objetivos específicos . Lo que , en última instancia , contribuiría conjuntamente a alcanzar finalidades más amplias en materia de crecimiento y empleo .
El Gobierno de España , durante su Presidencia del Consejo de la UE , podría impulsar el debate sobre la conveniencia de apoyar de manera específica determinados sectores que requieren de un trato diferenciado , con el correspondiente avance en el diseño eficiente y eficaz de los instrumentos de apoyo .
Esta medida quedaría avalada , por ejemplo , por las Conclusiones adoptadas en diciembre de 2022 por el Consejo EuropeoI , en las que se establece una Agenda Europea para el Turismo 2030 y donde se especifica un plan de trabajo plurianual de la UE para ayudar a los Estados miembros , las autoridades públicas , la Comisión y las partes interesadas en conseguir un sector turístico que sea más ecológico y sostenible , resiliente y digitalizado .
Asimismo , la recientemente adoptada Política agrícola común para el periodo 2023-2027II constituye otro ejemplo , cuyos objetivos son aumentar la contribución de la agricultura a los objetivos medioambientales y climáticos de la UE , prestar un apoyo más específico a las explotaciones más pequeñas y ampliar la flexibilidad de los Estados miembros a la hora de adaptar las medidas a las condiciones locales .
Como aspecto previo a esta visión sectorial , es preciso disponer de un marco global de actuación que facilite la presencia en la UE de sectores y empresas fuertes , de escala y tamaño , así como un contexto normativo incentivador , que fomente las inversiones y la innovación . En este sentido , en materia de política de competencia , la Comisión Europea adoptó la Comunicación “ Una política de competencia a la altura de los nuevos desafíos ” III , donde aborda la aplicación de la política de competencia a los esfuerzos de la UE para cumplir con los objetivos de la transición digital y verde .
No obstante , en paralelo a esta necesidad , la política de competencia debería contribuir también a garantizar la soberanía estratégica de la UE o , al menos , que no suponga un obstáculo para la competitividad global de las empresas europeas . Es preciso , en suma , plantear una visión holística y a largo plazo de las posibilidades que ofrece la política de competencia , evitando un tejido productivo fragmentado e incapaz de competir globalmente . Lo que es perfectamente compatible asimismo con la sostenibilidad y la digitalización como vectores clave de futuro .
Por ello , desde la futura Presidencia española del Consejo de la UE debería replantearse el debate sobre la política de competencia más adecuada para afrontar los retos compartidos por el conjunto del tejido productivo y , al tiempo , estimular la existencia de sectores
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