La muerte del tirano Fidel Castro Suplemento Fidel Castro | Page 9

Fidel Castro, el último representante del Cretácico Siempre un hombre de acción más que un intelectual, el joven Castro participó en la frustrada invasión de Cayo Confites contra el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. En abril de 1948 viajó a Colombia para asistir a una conferencia como delegado de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y presenció el estallido del «bogotazo» con el asesinato del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán. A su regreso a la isla se casó con Mirta Díaz-Balart, una estudiante de Filosofía perteneciente a una conocida familia habanera. Al año siguiente nació el único hijo de esta unión, Fidel Castro Díaz-Balart («Fidelito»), que estudió física nuclear en la Unión Soviética y estuvo a cargo de algún programa oficial cubano. Mirta y Fidel se divorciaron seis años más tarde. Pese al celo con que siempre guardó su vida privada, la leyenda en torno a este personaje histórico que a nadie deja indiferente incluye su fama de mujeriego y machista. Se cuenta que la guerrillera Celia Sánchez fue algo más que una influyente colaboradora, secretaria de la presidencia del Consejo de Ministros cuando llegaron al poder. Se dice también que se casó y vivió hasta el fin de sus días con Dalia Soto del Valle, una maestra de Trinidad, madre de cinco de sus hijos. De su aventura conNaty Revuelta, una atractiva mujer casada con un médico, nació en 1956 la rebelde Alina Fernández, exiliada en EE.UU. Se habla de un octavo hijo, Jorge Ángel, y de un noveno, Abel. En cuanto a su trayectoria política, sus aspiraciones para llegar a la Cámara de Representantes por el Partido Ortodoxo (populista y socialdemócrata), en las elecciones fijadas para el verano de 1952, se vieron frustradas por el golpe de Estado de Batista el 10 de marzo anterior. Castro optó definitivamente por la vía revolucionaria. El 26 de julio de 1953 dirigió el fallido asalto al cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, dentro de un plan para asaltar dos guarniciones y provocar un levantamiento popular contra Batista. Huyó a la montaña, pero al final fue capturado y encarcelado el 1 de agosto. El desaparecido líder del castrismo ganó notoriedad en los juicios contra los asaltantes, asumió su propia defensa y pronunció la célebre frase «la historia me absolverá». Condenado a quince años, acabó en la prisión de isla de Pinos. Sierra Maestra Pero fue indultado el 15 de mayo de 1955, rompió oficialmente con el Partido Ortodoxo y fundó el Movimiento 26 de Julio, la fecha del asalto al Moncada. Con una ideología nacionalista, antiimperialista, demócrata en apariencia, fundada en las ideas del prócer José Martí, fue la organización más destacada en la lucha contra Batista desde Sierra Maestra. Ese año se exilió en México, donde conoció a Ernesto «Che» Guevara y planeó la expedición del yate «Granma». Los 82 guerrilleros desembarcaron el 2 de diciembre de 1956 en la costa sur de Oriente. La llegada del «Granma» debía coincidir con asaltos en Santiago de Cuba. Sin embargo, la expedición de Castro se retrasó dos días, las tropas de Batista ya estaban en alerta y fueron recibidos con fuego desde una fragata. Los rebeldes desembarcaron como pudieron y los supervivientes huyeron a Sierra Maestra. El espíritu revolucionario que debía propagarse como la pólvora se esfumó y comenzaron 25 largos meses de guerra de guerrillas que no figuraban entre los planes del comandante.