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La Mariología de la Madre Ágreda
Para ello contaba la M. Ágreda-además de las iluminaciones místicas habituales
88 en su vida contemplativa- con los normales recursos de la lectura exegética. Además disponía de un bagaje mariológico relativamente rico, debido a sus lecturas teológicas. Las aportaciones originales de la M. Ágreda al acervo mariano eclesial de su tiempo se debían a una fuente muy singular: las manifestaciones de la misma Virgen María en un orden de percepciones de tipo místico. En otras palabras, se debían a la acción directa de los dones del Espíritu Santo. Sobre este punto la Ven. es muy explícita. Sus conocimientos provienen de las visiones de Dios. Esas visiones le introducen en el secreto de las Escrituras sagradas, y en el misterio de la Virgen en sí misma. Aunque el acervo teológico y las iluminaciones nuevas constituyan objetos diferentes y complementarios, en la obra redaccional de la MCD un mismo elemento formal unifica la ciencia que posee la Ven: la luz divina comunicada por los dones del Espíritu. En este punto Sor María. es explícita, como diremos más abajo.
6.- La dinámica de las iluminaciones superiores La intuición básica que explica la naturaleza de las ayudas superiores recibidas para componer la MCD la tenemos en el pasaje referente a la escala de
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Jacob. Según esta declaración las comprensiones bíblicas de la MCD siguen un orden ascendente-descendente, desde las grandes iluminaciones totalizantes, hasta las aplicaciones a la vida espiritual más concretas. La luz divina-a modo de escalones superpuestos- va acomodándose a los diversos niveles de la actividad teológica. En el citado pasaje señala la autora el modo cómo alcanzó los niveles de conocimiento superior. Fue a modo de una escalada hacia la cima
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En MCD, I, 147, p. e. afirma: " Para llegar a lo que voy buscando de las preparaciones que hizo este Señor para enviar al mundo al Verbo humanado y a su Madre san sima, las diré sucintamente por orden de las divinas Escrituras ". Y con núa en MCD, I, 147-163 dando el resumen de lo que por propia lectura conoce de los textos bíblicos y su sen do providencial de preparación a Cristo.
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MCD, I, Intr. 7-8.