la lectura precolombinas presencia de la cultura precolombina._pedro miras | Page 4

bres azules que Diego Velázquez buscaba desesperadamente. América un mito nace bicéfalo. Es una cién que el descubridor conquistador- de dos es - él Es, por hombre del Renacimiento, re parte, abierto las a libre, mismo; se inventa- como -o como en seguida el mismo un hombre o cabezas. de profundidades sí de serlo, de la en vías de señores, de gremios y corpo raciones, de ciudades y estamentos. Se sujeción dirije con resuelto deberá La imagen de mítica afán al mundo amparar su naciente que individuali latente desde logrado el fondo de los tiempos, ha de emigran movilizar millones tes que, hasta nuestros días, han venido a poblar las regiones más europeas Unidos, Argentina, Uruguay, Brasil atlántico, Chile. Del otro lado, una América de tinieblas, feroz cuan do no indolente, casi siempre menos que humana, la América del Indio y de la dad: conoce mares y cielos, indaga, descu naturaleza imponiendo dar espíritus más racionales: suelta reencontrada como propios límites. ha para reconocer sus un pasado vuelto recién a historia: las impetuosidad su Su mirada está doblemen te dirigida hacia que a idealizado y en la instalarse edades clásicas sus antiguas leyendas (la ciudad dorada, la fuente de la juventud eterna) posible, como que repetirá la hacia edad un de de dar gio y subversivos su negra los refu paña, Iglesia de los alzados, salvoconduc to de los mujeres homicidas, añagaza general de libres, engaño común de muchos y remedio particular de pocos", dirá Cervantes en El Celoso Extremeño. y Segundo descubrimiento al acaban América la o romántica. el descubridor tiene también una cabeza medieval. Sabemos que el Re Dirija Ud. que pienso Patagonia. largamente preparada y que conserva, por nadie se acercó lo tanto, mucho Y de un mundo que está es a ese mundo moribundo al que recurre el hombre entender o sobrepasa. Así, tan independiente y tan alegre, ánimo tan algo que lo Carta de A. de Humboldt, 1799. diabólica, El hombre del Renacimiento dará nido de acechanzas, sub-mundo de sombras y de monstruos. El conquistador es un don vez, surgirá Quijote que, después de todo, ha vencido al mundo. Y como el Hidalgo ingenioso e convertirá en enfrenta sus propios fantasmas furia y denuedo. Sólo que, desgracia damente, son, en América, cerdos, molinos seres con activo. novedoso puede no ser sino maquinación ingenuo y maravillosa! Probablemente jamás a aquella zona con un de acción cuando justificar todo lo grandiosa espíritu Continente ¡Cómo me deleitaré en esta natura leza muriendo. una mirada al recorrer, desde California a la nacimiento no es ruptura sino eclosión y esperpentos humanos. origen al aventura to. La rio, hombre Ilustrado, del cual, a su el hombre Romántico. La de la la conquista aventura del del mundo se conocimien ciencia reemplaza al saber autorita ilustrado al absoluto, los de justicia a los de obediencia y las el monarca valores buenas maneras a la fogosidad inmadura. Pronto, 84 aun a "América: una configuración realista. Pero con terminará de los desesperados de Es amparo - desea que impronta futuro oro cual, Tomás Moro y Campanella del Con tinente: los Estados bre, destruye y mata. No tanto quizás para rienda América esta descubierta es, pues, doble. De un el lado, Continente Paraíso, fuente inago table de recursos, ámbito de la vida fácil y libertadora. Imagen optimista ésta que, recién a fines de este siglo XVIII, entre