LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
En 1945, ante el inminente colapso de Alemania, el Mariscal del Reich, Hermann Goering, sucesor oficial de Hitler, estaba a decidido a no morir en el Bunker de Berlín. El día 20 de Abril, tras presentar sus respetos a Hitler con motivo de su cumpleaños número cincuenta y seis, Goering se retira discretamente a Obersalzberg donde quedaría a salvo de la avalancha soviética que se cernía sobre la capital germana.
Pronto supo la estrategia del Fuhrer de fingir su muerte llegando el momento. Las noticias recibidas en Obersalzberg no obstante, eran confusas. Nadie sabía, en realidad, sí Berlín había caído ya, sí el Fuhrer ya emprendería su huida o sí las cosas no saldrían como su Fuhrer las había planeado y sucumbiera en manos de los aliados.
Hermann Goering 1893-1946
Su chalet fue rodeado, pero sin perder las esperanzas envió un telegrama, preguntando sí debía, en función del decreto del Fuhrer de Junio de 1941, asumir la jefatura del Reich en el caso de que Hitler“ hubiese perdido su libertad de acción”. Su ambición por sustituir a Hitler fue mayor que la de escapar y fue también su perdición, al ubicarlo de inmediato; y tanto él como su familia fue puesta bajo arresto domiciliario. A la mañana siguiente, el 2 de Abril, Obersalzberg sufrió el mayor bombardeo que se registró en el área en toda la guerra. El Escuadrón 617 de la RAF arrojó sobre el complejo más de cuarenta y cinco mil kilos de bombas, destruyendo casi todos los edificios. Aunque Goering y su familia no sufrieron daño alguno, se decidió que abandonaran el refugio de las montañas, para instalarse en el castillo de Mautendorf, al sur de Austria.
El 4 de Mayo, tras conocer la“ muerte” de Hitler Goering solicitó al Mariscal de campo Kesselringm, Comandante en jefe de las Fuerzas Alemanas del Oeste, tropas para su protección. Al mismo tiempo se dirigía a Doenitz explicándole que era la persona indicada para llevar a cabo las negociaciones con los aliados.
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