LA LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER La Latinoamerica del Fuhrer PDF | Page 76

ANDREA V. VICTORIA CANO Regresando al Putumayo Holguín y Rodríguez partieron al día siguiente acompañados de un guía que prometió conducirlos donde el misterioso alemán. En el camino se enteraron de algunos detalles sobre el supuesto “Heir Bormann”. El alemán se hace llamar “Don Juan” y declara el apellido Ehrmanri. Vive escondido en un remoto paraje del Putumayo, con su mujer, su hija y un nieto. Los campesinos revelaron que el alemán nunca sale a ningún centro civilizado y a pesar de no tener fortuna, nunca le falta alimentos ni ropa. “Don Juan” es amable con los vecinos de la zona. Y alguna vez dialogó con los campesinos sobre las circunstancias que lo hicieron llegar a Colombia (“Huyendo de Hitler, pues fui antinazi”). Los colonos dijeron también que el alemán lleva en la región entre veinticinco y veintiocho años. Y mientras los enviados de C7D caminaban por la selva, el guía contó que la casa del extraño personaje está situada en un sitio estratégico, al pie de una colina boscosa, desde donde podían divisar, a distancia a cualquiera que se acercara. Las pruebas de Cromos 7 Días: -La cicatriz que identificó siempre al Nazi, partiendo de la comisura del ojo izquierdo. -El ojo izquierdo de Bormann, en 1945 comenzaba a ser estrábico, a raíz de la herida origen de la cicatriz. -Existe una curiosa similitud fonética entre el apellido Bormann y el Ehrmann. -Martin Bormann era un hombre de estatura mediana. -La forma de dejar caer los brazos, la estrechez de los hombros. -Los principales rasgos fisionómicos del alemán del Putumayo (trazo de la boca, belfo, nariz, barbilla, base frontal, arcos superficiales) coinciden perfectamente con diecisiete fotos distintas de Bormann coleccionadas posteriormente por la revista C7D. El Nacionalsocialismo también tocó a México y tuvo una historia importante con el gobierno del presidente General Lázaro Cárdenas, que en 1938 vendió a la Alemania Nazi trescientas toneladas de petróleo, pero la cantidad subió en