LA LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER La Latinoamerica del Fuhrer PDF | Page 75
LATINOAMÉRICA DEL FÜHRER
-¿”Y cuál sería esa noticia? Inquirió Holguín”
-¿”Que tal si yo les digiera que Martin Bormann, Nazi reconocido de la
Segunda Guerra Mundial vive aquí y no está muy lejos?”
A partir de ese momento las caras de los dos periodistas cambiaron
drásticamente y la curiosidad y ansias por tener la exclusiva fue cada vez
mayor, y no hicieron otra cosa que insistir repetitivamente al técnico sobre la
probable ubicación de aquel personaje, que después retrocedió en su promesa
de llevarlos hasta donde él, pero después de unos cuantos intentos más
insistiendo, accedió a brindar una orientación precisa:
-“Sí tienen tiempo y se exponen a las molestias del viaje, el lugar donde
pueden encontrar a Bormann es en “La Hormiga”, a unas tres horas de marcha
de Orito”.
Bormann fue un líder destacado de la Alemania Nazi, jefe de la cancillería,
director del NSDAP desde 1941 y secretario personal de Adolf Hitler. Sirvió
poco tiempo en el ejército durante la Primera Guerra Mundial y después de la
guerra estudió como técnico agricultor.
Se consideraba así mismo como un “asesor primero y fundamental” hombre
que clamaba una fidelidad a toda prueba hacia el Fuhrer, este le hizo su
hombre de confianza. De personalidad trabajólica, intrincada, en extremo
rencorosa y desidiosa, de carácter explosivo y ambicioso. Bormann era el que
decidía quien podía o no ser recibido por Hitler. En el entorno de Hitler se le
llamaba la “eminencia gris”.
Bormann se ganó la confianza de Hitler gracias a que le demostraba una
personalidad servilmente afectiva y proactiva, gratificando en los pequeños y
grandes deseos personales al estadista. En una ocasión, en Julio de 1937,
Hitler se quejó del sol que le molestaba cuando se asomaba en el balcón del
Berghof a saludar a los visitantes; Bormann en veinticuatro horas hizo
trasplantar un pino joven ya crecido para suprimir el deslumbramiento del líder
(este pino sobrevivió hasta 1964).
Hábil administrador financiero, administraba eficazmente los ingresos de Hitler
por el concepto de los derechos postales y bibliográficos relacionados con Mi
Lucha y además mediante él, Hitler financiaba a sus cercanos como Eva Braun
y Heinrich Hoffman.
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