LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 355

Markus Zusak La ladrona de libros Rosa le entregó el cuaderno. La tapa decía lo siguiente:  «EL ÁRBOL DE LAS PALABRAS»  Una pequeña recopilación de ideas para Liesel Meminger Liesel lo cogió con sumo cuidado y se lo quedó mirando fijamente. —Gracias, mamá. La abrazó. También sintió el deseo irrefrenable de decirle a Rosa Hubermann que la quería. Lástima que no lo hiciera. Quería leer el libro en el sótano, por los viejos tiempos, pero su madre se lo quitó de la cabeza. —Por alguna razón Max se puso enfermo ahí abajo, así que puedes estar segura de que no voy a permitir que tú también te pongas mala. Lo leyó en la cocina. Junto a las brechas rojas y amarillas de los fogones. El árbol de las palabras. Se abrió paso entre los incontables esbozos, historias y viñetas. Estaba Rudy sobre un estrado con tres medallas de oro colgando del cuello. Debajo decía: «Cabello de color limón». También aparecía el muñeco de nieve y una lista de los trece regalos y, por descontado, la evocación de las incontables noches en el sótano o junto al fuego. Evidentemente también había muchos recuerdos, dibujos y sueños relacionados con Stuttgart, Alemania y el Führer, así como de la familia de Max. Al final no pudo evitar incluirlos. Tenía que hacerlo. Entonces llegó a la página 117. Ahí es donde El árbol de las palabras entraba en escena. Era una fábula, o un cuento de hadas, Liesel no estaba segura. Incluso días después, cuando buscó ambas definiciones en el Gran diccionario de definiciones, no supo decidirse entre ninguna de las dos. En la página anterior había una breve anotación.  PÁGINA 116  «Liesel, esta historia es sólo un esbozo. Imaginé que tal vez serías demasiado mayor para esta clase de cuentos, pero quizá ninguno lo seamos. Pensé en ti, en tus libros y en tus palabras, 355