LA LADRONA DE LIBROS La ladrona de libros | Page 195
Markus Zusak
La ladrona de libros
A finales de febrero, cuando Liesel se despertó de madrugada, una figura
entró sigilosa en la habitación. Se parecía mucho a una sombra silenciosa, cosa
muy habitual en Max.
Escudriñando la oscuridad, Liesel sólo notó que el hombre se acercaba a
ella.
—¿Hola?
No hubo respuesta.
Sólo los separaba el ligero rumor de sus pisadas al acercarse a la cama y
dejar las páginas en el suelo, cerca de los calcetines de Liesel. Las hojas
crujieron. Ligeramente. Uno de los bordes se curvó hacia el suelo.
—¿Hola?
Esta vez sí hubo respuesta.
Aunque Liesel no consiguió adivinar el punto exacto del que provenían las
palabras, lo importante es que llegaron hasta ella. Llegaron y s