La internacionalización de la empresa y el plan de exportación enero 2014 | Page 14

14 prioridades de desarrollo y poder local, para citar solamente algunos puntos de fricción. Por otra parte, a nivel de mercados regionales, el proceso acelerado de integración, crea organismos supranacionales cuyas decisiones son de obligatorio acatamiento para sus miembros. A nivel internacional más general, hay otros organismos supranacionales que también entran, muchas veces, en conflicto con los Estados que forman parte de estos organismos. Es el caso de la Organización Mundial de Comercio, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, etc. Si un Estado quiere proteger cierto sector de su economía o quiere subvencionar a otro sector, el Acuerdo sobre las subvenciones de la OMC se lo prohíbe. Estas presiones que se ejercen sobre el Estado-Nación, tanto a nivel internacional como nacional, tienden a debilitarlo, a quitarle parte de su poder de decisión. En segundo lugar, decía Arráiz Luca5, los avances tecnológicos, sobre todo en informática, las economías de escala, la rivalidad internacional sin precedentes, dejan fuera del proceso de globalización a miles y miles de personas. ¿Qué hacer con esta masa trabajadora? Todos los días asistimos a una fusión. Fusionaron los bancos X e Y... Se quedaron sin trabajo 4.000 personas. A pesar de la intervención de varios gobiernos, Compaq y HP fusionaron, dejando a nivel mundial más de 6.000 personas sin trabajo...y los ejemplos pueden continuar. Esto no quiere decir que las compañías respectivas son culpables de las consecuencias del proceso, sino que la liberalización forzada no hace más eficientes a los países que la adoptan provocando pérdidas de empleos que no son sustituidos por otros nuevos. En tercer lugar, las nuevas reglas del comercio internacional, se aplican por igual para todos, desarrollados y en vías de desarrollo. Pero, como hacía notar el mismo Arráiz Luca, catedrático de la Universidad Metropolitana, los unos y los otros juegan en ligas diferentes6. Manuel Jaén, citado anteriormente va incluso más lejos y afirma que el grado de apertura de los países en desarrollo es de 40% mientras que el de los países desarrollados es de solamente 20%7. Tomemos el ejemplo del Área de Libre Comercio de las Américas. 5 / Arr iz Luca, F. (1999). Ídem, pg. 129-130. 6 / Arr iz Luca. F. (1999). Ídem. 7 / Jaen, M. (2002). Ídem.