O'Higgins gobierna hasta 1823, pero su carácter fuerte y autoritario, la muerte de los hermanos Juan José y Luis Carrera en Mendoza en 1818 y el asesinato posterior de Manuel Rodríguez, el mismo año, unida a una impopular política tributaria y fiscal le hacen numerosos enemigos: la abolición definitiva de la esclavitud y el decreto por el que se ordena retirar -bajo duras penas- todos los escudos y símbolos nobiliarios le granjean poderosos enemigos. La muerte del propio José Miguel Carrera en Mendoza y algunos excesos cometidos por cercanos suyos terminan por minar su poder.
A inicios de 1823 una sublevación de su antiguo camarada, Ramón Freire, en el sur, es apoyada por casi todo el espectro político nacional y O'Higgins, fiel a su carácter, quiere resistir por las armas, pero a última hora cambia de opinión y el 22 de enero de 1823 se presenta en el Cabildo que le acusa, donde, invocando a sus pasadas glorias, renuncia al mando para evitar la Guerra Civil y luego, dramáticamente, rasga su camisa y muestra su pecho, ofreciéndolo a la venganza de sus adversarios: saldrá en medio de vítores.
Retrato póstumo de los fundadores de la República de Chile. De izquierda a derecha: José Miguel Carrera, Bernardo O'Higgins, José de San Martín, Diego Portales