LA HISTORIA DE MANÚ 02-Del_Rio_Ana_Maria_-_La_Historia_De_Manu | Page 10
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algo increíble. Los niños le hablaron atrepellándose y riendo a
carcajadas, mirándola y señalándola con el dedo.
Manú se dio cuenta de que no entendía una sola
palabra. Los niños hablaban en sonidos extraños que Manú
no comprendía. Era otro idioma. Una serie de sonidos raros,
como silbidos de serpiente. Y que Manú no había oído
nunca.
—Hola —dijo con mucha vergüenza—. Me llamo
Manuela Mamani.
Los niños se secreteaban entre ellos. Hablaban frases
y palabras extrañas. De pronto, una niña se adelantó y habló
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palabras que Manú reconoció. Era una niña como ella,
también pequeña, delgada y con el pelo oscuro muy brillante
a ambos lados de la cara.
—Ellos hablan castellano —explicó la niña a Manú
en aymara—. En las escuelas, todos deben hablar castellano.
No nos permiten hablar aymara. 1 ara venir a este colegio
primero debes aprender a hablar castellano.
—Y tú, ¿cómo lo hiciste? —preguntó Manú, a punto
de llorar.
La niña se encogió de hombros. —Aprendí después de un
tiempo —dijo—. Ellos no son amables. Se ríen de ti.
Entonces Manú se acordó de su papá y su mamá.
Ahora comprendía por qué no querían que viniera al colegio
en la ciudad. De pronto, una señora alta entró en el patio.
Todos los niños se pusieron en fila empujándose unos a
otros. A Manú le llegaron varios empellones. Los niños se
reían mirándola. Uno se apretó la nariz y otro se puso las
manos en. los