km de ancho entre ambos países. Desde entonces siguieron produciéndose periódicos rebrotes conflictivos entre ambas partes.
La participación de las Naciones Unidas (ONU) en la guerra se materializó con varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a favor de Corea del Sur, avalando incluso el uso de la fuerza armada. La legitimidad de las resoluciones de las Naciones Unidas con motivo de la guerra de Corea fue cuestionada por la Unión Soviética y otros estados no alineados con los Estados Unidos, que apoyaban la intervención china. La URSS intentó bloquear la votación ausentándose, pero la ONU no computó como veto la ausencia de la URSS de las reuniones del Consejo de Seguridad en las que se sancionaron las resoluciones cuestionadas. Según los estándares actuales, la operación no hubiera sido clasificada como operación de las Naciones Unidas mediante el uso de la fuerza (art. 42 de la Carta de la ONU), debido a que no fue conducida por el secretario general (ya que fue dirigida directamente por EE. UU., aunque encuadrase fuerzas de otras naciones). Se acusó que el Consejo de Seguridad no dió la oportunidad a ambas partes de explicar su postura (solo lo hizo Corea del Sur) y se procedió al uso directo de la fuerza armada, sin tener en cuenta que Corea del Norte usó la fuerza unilateralmente y había conquistado el 90 % de Corea del Sur cuando las Naciones Unidas reaccionaron.
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