Por otro lado , re�lexionamos acerca de que , en nuestros talleres pasados ( pre-pandemia ), siempre planificábamos pensando en un número estimado respecto de la cantidad de niños y niñas que habita en una sala de jardín , pero estos “ nuevos aires ” nos ofrecieron poca audiencia ( entendible por cuestiones de salubridad ): había días que venían tres niños / as , otros días cinco , al siguiente ocho y así . Lo más increíble fue que nunca bajamos los brazos y siempre adaptamos nuestras propuestas , nos preparamos todos los días sabiendo que podía suceder aquello inesperado .
Una experiencia que nos marcó en este sentido es la de Ana , que cuenta en su bitácora : “ El jueves llevé varias actividades , ya que la docente me había comentado que esa burbuja prefería la presencialidad . Llegué y armé el escenario de recibimiento , pero no concurrió ningún / a niño / a .(...) Alrededor de las diez y algo nos avisan que estaba llegando un niño , yo no había desarmado el escenario todavía . (...) Esa semana venía teniendo días medio raros , por momentos muy desanimada . Aunque los encuentros virtuales me parecían potentes , me ponía un poco mal la poca concurrencia . Ese día él hizo que todo valiera la pena , me llenó de amor y de juego . Si bien no seguí el cronograma planificado , estuve 100 % disponible para él y sus necesidades ”.
En referencia a la relación con las familias , consideramos que es un eje central para poder desarrollar actividades de manera virtual o remota , pues sin una familia que acompañe ese proceso no podrían realizarse . En estas prácticas evidenciamos y valoramos el esfuerzo que cada una de estas realiza , de la manera que puede . Siempre se habló de la importancia de la comunicación entre las familias y la institución , pero ¿ qué tanto se valora ?
En una autoevaluación , Micaela nos cuenta que : “ La Familia de una niña me envió el video de ella narrando el cuento y modificaba el relato inventando rimas nuevas según las ilustraciones que veía , permitiendo así dejar volar su imaginación . Esto me llevó a pensar por un lado en el valor de la literatura y la manera que tiene de atravesarnos , y por otro la importancia de la interacción con las familias . Esa familia que se encuentra detrás se hizo un tiempo para poder jugar con ella , para que narraran juntos / as , y logró darle importancia a ese momento que filmó para enviárnoslo . Ese vínculo es al que me refiero que es central para poder continuar con el aprendizaje , así como también que en los zoom puedan tener los materiales a mano y preparados a la hora de las llamadas ”.
Aquí se ponen en evidencia , por un lado , lo comentado sobre la planificación y , por el otro , la importancia del acompañamiento de las familias en estas prácticas . Aprendimos fundamentalmente a confiar : confiamos en las infancias , confiamos en nosotras , confiamos en las familias , confiamos en las compañeras , confiamos en las profesoras .
¡ Confiar en las infancias ! eso no se discute , aunque si lo pensamos en profundidad
22 La residencia : Un encuentro entre barbijos , burbujas y miradas