Leemos en la bitácora de Tamara : “ Pero ... ¿ qué bueno podré sacar de esto ?. Pues mucho , porque lo desconocido me exigió crear , imaginar ; despertó mi capacidad de asombro , buscarle la vuelta . Durante mis crisis , me transformé , muchas veces me desorienté : “ Y ahora qué hago ”, sin embargo , esas crisis me ofrecieron una oportunidad que , tal vez , en la cotidianeidad o habitualidad no hubiesen surgido , esta oportunidad es la que supe sortear y aprender de eso . “ Gracias crisis , llegaste , rompiste y aprendí , gracias a esa ruptura de lo habitual , a pensar mi rol en términos de crisis : gran potencial educativo ”.
Y en la bitácora de Micaela : “ Hoy festejo mi residencia , los logros que llevo dentro de mi corazón , los errores que me hicieron aprender , los aportes de las docentes que hicieron que re�lexione y me cuestione . Gracias a cada aporte es que me sigo construyendo como docente y que nunca dejaré de hacerlo ”.
La “ cantidad de rollos de cinta de embalar ” utilizados son una muestra interesante . Los primeros días nos encontramos con un Protocolo que sentimos como limitante , nos invadieron las preguntas , entre ellas , las vinculadas a los materiales : ¿ y qué haremos con las tarjetas de poesías ? ¿ y cómo podremos armar escenarios con materiales no estructurados ? ¿ y el juego en sectores ? ¿ cómo hacemos para que puedan compartir , si todo debía ser desinfectado con alcohol ? Así fue como gastamos cientos de rollos de cinta porque todo fue plastificado , desinfectado antes y luego de cada uso .
De la mano con los materiales , repensamos nuevas maneras de planificar , esto es : pensar una planificación para una burbuja de 10 niños / as . Aunque también debíamos repensarla para un grupo de 3 niños / as . Y adaptar esa planificación , pensada para presencialidad , para la bimodalidad . En este último campo
20 La residencia : Un encuentro entre barbijos , burbujas y miradas