“ Que no nos quiten el placer de nuestra tarea , que no nos quiten las sonrisas , que no nos hagan sentir extranjeres en nuestros espacios más queridos ”
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Llego a la escuela , pido permiso , saludo a quienes me cruzo , sonrío incómoda debajo del barbijo . ‘ Que no nos quiten el placer de nuestra tarea , que no nos quiten las sonrisas , que no nos hagan sentir extranjeres en nuestros espacios más queridos ’. Intento aferrarme a esos pensamientos . Usar otra vez el guardapolvo blanco me llena de emoción y orgullo .
La estancia de les pibis en la escuela tiene que valer la pena necesariamente . Si la escuela tiene sentido para mí , tengo que hacer todo lo posible para agarrarme de eso y ponerlo en acción . No puedo acompañar al grupo como me gustaría , no puedo revertir los discursos de les adultes que les rodean , pero sí puedo llevarles una propuesta de enseñanza potente . Ahí está mi responsabilidad ética , el espacio de actuación del que dispongo en este contexto . Confío en que la educación importa , confío en que les pibis pueden aprender , confío en que tiene sentido la escuela . Respiro profundo y vuelvo a entrar .
La fórmula es infalible : cuando une docente enseña , les pibis se copan y aprenden . En ambas clases se comprometieron con la tarea y sostuvieron un clima de trabajo muy lindo ¡ y eso que no fueron clases de grandes despliegues ni juegos ! Basta con poner una mirada generosa , mostrar que confiamos en que todes pueden para que empiece la magia . Antes de irme se acercan a preguntar cuándo vuelvo : “ mucho para el viernes ! ¡ Queremos que te quedes para siempre !” Les pibis sí tienen interés y ganas de aprender …
La experiencia del encierro del año anterior me inundó de preguntas acerca de la escuela , de la educación , de la enseñanza virtual ¿ era el fin de la escuela tal y como la conocíamos ? ¿ tal y como la amábamos ? ¿ tal y como la criticábamos ? ¿ se presentaba una oportunidad radical para repensar el sistema educativo como lo soñamos durante tantas clases de pedagogía ? ¿ o era el triunfo del mercado neoliberal sobre la educación ? ¿ me estaba recibiendo para una escuela que había dejado de existir para siempre ? Pero no . Volvimos . Volvimos a habitar la escuela , a alojarla y alojarnos en ella .
Me aparece la sensación de frustración , las expectativas cultivadas durante años de estudio de lograr alcanzar y atravesar las residencias . De empaparme de ese estar en la escuela pública durante un tiempo prolongado con el andamiaje de les docentes . No pudo ser . Tuvimos que reinventarlas . Tuvimos que encontrarle sentido . Desesperadamente nos vimos en la tarea de encontrarle sentido .
En fin . No cabe duda , mirando hacia atrás , que ser docentes tiene sentido , que la escuela tiene sentido , que la mirada ética y la amorosidad pedagógica tienen sentido , y aprendí que , cuando pareciera perderse , hay que salir a buscarlo comunitariamente y volverlo a instalar en su lugar .
Por Ayelén Attías , Florencia Baldassarri , Julia Cabezas , Bautista Funes , Noelia Jara , Ana Pacheco , Gisela Paolo e Ignacio Villar