EDITORIAL
PASAR LA POSTA, TOMAR LA POSTA1
Por Patricia Bavaresco y Clarisa Label
-la gran siete-
Editorial
04
Esta editorial nace al calor amoroso de construir el segundo número de nuestra revista, La gran siete. Y así como cada artículo que la integra se teje desde la multiplicidad de miradas, decidimos que esta nota, a dos voces, sintetice un momento particular en la vida de nuestro profesorado: el cambio de gestión.
Hay algo en este pasar de manos que nos hizo pensar en la imagen de pasar la posta. En este gesto se produce una entrega a otra persona que está dispuesta a recibir el testimonio2 que le acaban de dar para continuar el recorrido. Y entregárselo más adelante, a su vez, a otra, a otro. Este pasaje no tiene nada de automático: requiere acompasar miradas, tiempos, ritmos. Y un necesario encuentro en el preciso momento del pase.
PASAR LA POSTA
¿Cuáles son las tareas que desarrolla un/a Regente? ¿Qué implica dirigir una institución de formación docente con dos carreras, turno mañana y vespertino, casi 600 estudiantes y alrededor de 120 docentes? ¿Qué saberes y experiencias es necesario tener? ¿Cómo se aprende a gestionar? ¿Quién te enseña? ¿Cuál es el modelo de gestión con el que más nos identificamos?
Esas son sólo algunas de las preguntas que nos hicimos, cada una de nosotras en su momento -que es, además, un “distinto” momento- frente a la decisión de postularnos para un cargo electivo que implica una gran responsabilidad. Pero asumirla y comenzar a ejercer el encargo, va mucho más allá del acto electoral. Los plazos reglamentarios están absolutamente atravesados por los de la singularidad. Esta singularidad incluye tiempos personales, los propios, porque, al fin de cuentas, somos personas que asumimos temporariamente una función. Y también tiempos institucionales, con toda la complejidad que esto implica. El traspaso requiere algo que los reglamentos no contemplan: un tiempo necesario de trabajo compartido para amasar, por un lado, lo construido en la experiencia en el cargo, lo que vale la pena sostener, y por otro lado, nuevos proyectos, lo “por venir”.
Hoy sentimos y pensamos que, de algún modo, ese tránsito sin reglamentar lo inventamos. Hubo, y hay en esta transición, algo de imposición, un poco de urgencia, y también posibilidad de creación, y cada una de estas características del pasaje habilitan un desafío.