La Gran América Newspaper Vol2 N5, January,2011 | Page 10
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/ INMIGRATION
January 01, 2011
Qué hacer si
tiene orden de
deportación
Archivo EFE
Operativos de búsqueda
La jefa de la seguridad de Estados Unidos, DHS, dijo en una reciente conferencia
telefónica en Washington DC que el DHS
tiene vigente un plan para ubicar y capturar a miles de extranjeros sobre los cuales
pesa una orden de deportación, personas
que “han eludido la aprehensión en el pasado”, pero que a su juicio y los objetivos
de la Administración “serán capturados y
expulsados de Estados Unidos”.
En el curso del año fiscal 2010 el DHS
expulsó a más de 392 mil extranjeros,
la mayoría con antecedentes criminales
y con orden de deportación. En 2011
los operativos de búsqueda y camtura
serán incrementados, principalmente en
aquellos estados donde viven la mayoría
de inmigrantes, sobre todo hispanos.
Pero, ¿qué puede hacer un inmigrante
que tiene una orden de deportación? ¿A
quién le pide ayuda? ¿Tiene probabilidades
de quedarse en Estados Unidos? El abogado
Jorge Rivera respondió a estas interrogantes.
Republicanos bloquean proyecto
de ley en beneficio de inmigrantes
The Associated Press
Univision
Pesadilla interminable para miles de
indocumentados en Estados Unidos
MIAMI, Florida - Los ataques del 11
de septiembre de 2001 cambiaron las reglas del juego para los inmigrantes con
orden de deportación final, porque sus
nombres fueron ingresados en una compleja base de datos que alimenta todas las
agencias federales encargadas de la seguridad de Estados Unidos.
A la creación de la sofisticada base de
datos se sumaron otra serie de decisiones
que complicaron aún más el panorama
para los indocumentados, entre ellas la
disolución del Servicio de Inmigración
y Naturalización (INS) y la puesta en
vigor (en el estado de Florida) de un
programa piloto para que la policía detenga indocumentados, decisión que la
Unión Americana de Libertades Civiles
(ACLU) consideró como “el mayor error
cometido en el último siglo”.
“El delito de ser indocumentado en
Estados Unidos era, hasta antes de los
ataques, una falta administrativa”, dijo
el abogado José Pertierra, en Washington D.C.. “Pero para quienes tienen una
orden de deportación el problema es todavía más grave, es una pesadilla”.
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Si tiene una orden
Si la persona tiene una orden de deportación, el letrado aconseja:
• Lo primero que debe hacer la persona con una orden de deportación
es pedir una copia de su caso al servicio de Inmigración.
• El proceso se llama FOIA (Freedom
of Information Act.).
• La información se solicita por medio
del Formulario G-639 y es gratis.
• “Pero es importante que usted pida
copias al servicio de Inmigración y
a la Corte de Inmigración. Recuerde
que existen dos tipos o clases de deportaciones y usted debe verificar
en ambos lados”, subrayó Rivera.
El último paso
Una vez que tenga en sus manos los
expedientes “y sepa los motivos por los
cuales tiene una orden de deportación,
busque un abogado”, dijo Rivera.
- Usted debe pedirle a su abogado que
revise todos los documentos en su FOIA
(expediente).
- Una vez revisado, él hará las recomendaciones pertinentes.
Al respecto, Pertierra también dijo
que “las probabilidades de reabrir un
caso para revisar una orden de deportación es muy difícil”.
“Pueden hacer una reapertura sólo si
no le notificaron adecuadamente, si no le
avisaron de sus fechas en corte o si lo deportaron en ausencia”, agregó.
Finalmente, Pertierra dijo que “otra
posibilidad es que el servicio de Inmigración o el fiscal estén de acuerdo en la
reapertura. Pero eso es difícil, sobre todo
en un ambiente como el que existe hoy en
día en que los fiscales quieren agilizar los
procesos para deportar cuanto antes a extranjeros con una orden de deportación”.
WASHINGTON -- El Senado decidió
postergar una votación decisiva sobre un
proyecto de ley que permite legalizar la
situación de jóvenes nacidos en el extranjero que fueron traídos a Estados Unidos
ilegalmente. La medida representa un
mal presagio para la iniciativa.
Frente a las objeciones de los republicanos, los demócratas dejaron momentáneamente de lado la Dream Act (siglas
en inglés de la Ley para el Desarrollo, la
Asistencia y la Educación de Menores Extranjeros), ya que carecen en el Senado
de los 60 votos necesarios para aprobar la
medida. Pero prometieron volver a intentarlo antes de fin de año aunque los detractores de la medida en ambos partidos
se apresuraron a decir que no cambiarán
de opinión en los días finales del Congreso controlado por los demócratas.
“Este es principalmente un ejercicio
político en vez de un intento serio por
lidiar con nuestro sistema inmigratorio
deteriorado”, dijo el senador republicano
John Cornyn.
El senador Ben Nelson, uno de varios
demócratas que rompieron con sus dirigentes para oponerse al proyecto, dijo que bloquearía los esfuerzos por reconsiderarlo.
El proyecto concede a cientos de
miles de inmigrantes indocumentados,
traídos a Estados Unidos de niños, una
oportunidad de legalizar su situación si
se inscriben en una universidad o se incorporan a las fuerzas armadas.
Niños protestan
contra
deportación
de sus padres
Por LAURA WIDES-MUÑOZ
Ronald Soza festejó el miércoles su
10° cumpleaños con pastel y canciones
de celebración, entonadas por más de
100 niños y sus padres.
Su familia estuvo ausente: su madre
fue deportada recientemente a Nicaragua
y su padre rara vez se aventura a aparecer en público por temor a sufrir la misma
medida. Ahora Soza y otros niños -todos
ciudadanos estadounidenses cuyos padres
podrían ser o ya han sido deportados- exigen opinar en el debate sobre inmigración.
Están demandando al presidente Barack Obama y piden a la corte que detenga las deportaciones de sus padres
hasta que el Congreso revise las leyes de
inmigración de Estados Unidos.
Los niños, quienes se reunieron el
miércoles en la organización no lucrativa
de Miami Fraternidad Estadounidense
para tratar de llamar la atención a su
caso, dijeron que sus derechos constitucionales son violados porque probablemente tendrán que salir del paí s si sus
padres son obligados a irse.
Algunos niños señalaron que sus familias no tenían suficiente dinero para pa-
Archivo EFE
La Cámara de Representantes lo
aprobó el miércoles por la noche después
que los líderes demócratas consiguieron
trabajosamente los votos necesarios.
Sólo ocho republicanos se sumaron a los
demócratas para apoyarlo, mientras que
casi 40 demócratas desertaron para votar
por la negativa.
En el Senado, los demócratas prácticamente no tenían ninguna oportunidad
de conseguir algún apoyo republicano ya
que todos los 42 miembros de esa camada
firmaron una carta comprometiéndose a
bloquear toda acción hasta que se completen los proyectos para extender las rebajas impositivas y financiar el gobierno.
Pero aun cuando se concreten dichos
acuerdos, es improbable que los demócratas consigan los 60 votos necesarios
para actuar expeditivamente en una
cuestión tan emotiva y complicada como
la inmigración.
gar los útiles escolares porque el padre que
proporcionaba el sustento fue deportado,
y algunos están en riesgo de perder su vivienda. Los pequeños agregaron que están
sufriendo penurias psicológicas y físicas.
“Mis calificaciones (notas) bajaron de
A a C cuando mi mamá tuvo que irse”,
comentó Ronald.
Nora Sandigo, directora de la fraternidad, llevó originalmente el caso en
representación de los niños contra el gobierno del presidente George W. Bush;
presentó nuevamente la demanda en enero en Miami y se agendó una audiencia
para agosto.
Sandigo señaló que está frustrada de
que el gobierno de Obama no ha hecho
más para atender el asunto de la reforma
de inmigración.
“Hoy las voces de estos niños no son
escuchadas”, dijo mientras decenas de
jovencitos ondeaban sus banderas sobre
una alfombra frente a ella, “pero mañana
estos ciudadanos estadounidenses estarán votando”, agregó.
Quizá no literalmente, pero muchos de
los más de 100 menores reunidos el miércoles ya son adolescentes y tendrán edad de
votar en la próxima elección presidencial.
Sandigo dijo que muchos de los padres
de los niños llegaron a Estados Unidos
antes de que los cambios en materia de
inmigración de 1996 les dificultaran más
convertirse en residentes legales. Cuando
ellos vinieron, argumentó, tenían una expectativa válida de que si no se metían en
problemas durante siete años podrían con
el tiempo convertirse en residentes legales.