PORTUGAL-ESPAÑA:
¿UNA FRONTERA TENUE?
Según el poeta Juán Ramón Jiménez, quien aprende una nueva lengua, adquiere un alma nueva. Para muchos, estas palabras son discutibles. No obstante, los que viven fuera de su patria nativa seguramente sostener una teoría similar. El contacto con un nuevo país es la interiorización de nuevas experiencias culturales, ya sea a través del conocimiento de su historia, sus prácticas colectivas e individuales, o incluso su lengua.
Por esa razón, la proximidad entre Portugal y España es, frecuentemente, traicionera. De los presupuestos más comunes, se retira la idea que Portugal pertenece a España o que los dos países comparten características indistintas. Sin embargo, más allá de la riqueza cultural que distingue a los dos territorios, la primera línea de separación es, muchas veces, la barrera lingüística. Estas son las conclusiones del "choque cultural" que se hace referencia en las entrevistas a algunos españoles, profesores y alumnos, que viven en Portugal.
Y cuando en cada país, el idioma es inmortalizado por los escritos de grandes figuras de la literatura universal como fueron Luís Vaz de Camões para los portugueses o Miguel de Cervantes para los españoles, se cree urgente reconocer que, a pesar de las semejanzas, la frontera entre Portugal y España no es tan tenue como parece.