La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 94

La Falsificación de la Realidad
pública ( israelí ), pero especialmente en la preocupación de los organismos oficiales del Estado de Israel " ( Hansman a Clarín , en Jerusalén , el 4 de enero de 1998 ).
4 . - " Por los ataques a la AMIA y a la Embajada , EE . UU . e Israel señalaron a Irán ", La Nación del 14-12- 97 , Buenos Aires .
5 . - Sometida a fuertes presiones internas , pero sobre todo externas , la Corte Suprema de Justicia ha firmado una resolución afirmando que existen " indicios " para responsabilizar a Irán del atentado contra la Embajada de Israel . " El nuevo rumbo de la causa no estuvo al margen de las presiones del Gobierno ( cipayo argentino ), coaccionado a su vez por Israel y Estados Unidos …" ( Clarín , 20 de febrero de 1998 , Buenos Aires ).
6 . - Norberto Ceresole , Terrorismo fundamentalista judío , Libertarias / Prodhufi , Madrid 1996 . Y El nacional-judaísmo , un mesianismo pos-sionista , idem , Madrid , 1997 .
7 . - Existe asimismo una relación directa entre la crisis final del " socialismo real " y la política del Estado de Israel , a partir de la " recuperación " de los judíos del bloque soviético . Sobre este tema véase : Norberto Ceresole , La OTAN , Rusia y el Mundo Árabe , en Amanecer , N º 14 , 3 de octubre de 1997 .
8 . - Ver : Norberto Ceresole : Los atentados de Buenos Aires fueron el producto de la infiltración del terrorismo fundamentalista judío en el servicio de contraespionaje israelí Shin Beth , en Amanecer , N º 13 , 26 de septiembre de 1997 . Es el Capítulo 1 de este libro .
9 . - Muchas personas conocen el enorme poder de este lobby , sobre el que , además , existe mucha bibliografía . Pero muy pocos lo han definido tan acertadamente como lo ha hecho , el 3 de setiembre de 1996 , en una nota aparecida en " El País " de Madrid , el escritor israelí A . B . Yeshúa . Este analista señala con mucha claridad que ese lobby no es un instrumento de política exterior norteamericana para actuar sobre Medio Oriente , sino una extensión de la política exterior israelí para actuar sobre decisiones estratégicas tomadas por los EE . UU . " Sé de lo limitado de la influencia de los EE . UU . sobre Israel debido al incomprensible y sutil poder que han conseguido alcanzar los judíos de EE . UU . en lo relativo al tema de Israel , en el Congreso , en el Senado y en todos los estamentos del Gobierno " ( p . 13- 14 ).
El semanario inglés The Economist del 29 de noviembre de 1997 ( pp . 45-46 ) comenta el cambio en las relaciones entre la judería americana e Israel : "¿ Seguirá la judería americana alzando la bandera de Israel ? Por razones religiosas y políticas y bajo un resentimiento de ser considerados de segunda categoría , los judíos de América ya no están dispuestos a dar a Israel su apoyo incondicional ". Unas octavillas repartidas por un conocido grupo de judíos liberales dice : " Si compartes nuestra aflicción por la política ( de Benjamín Netanyahu ) en relación con el pluralismo religioso y / o el proceso de paz , no respondas con una actitud que pueda confundir el respeto por la causa con el respaldo a su política ". Los 3.500 delegados que participaron en la asamblea general anual del Consejo de Confederaciones Judías fueron exhortados a frenar sus manifestaciones de entusiasmo hacia el primer ministro de Israel quien habló ante ellos la semana pasada . El llamamiento surtió efecto y los líderes judíos americanos y canadienses que habían acudido a Indianapolis ofrecieron a Netanyahu un recibimiento un tanto tibio . El viaje de Netanyahu sufrió otro revés con la negativa del presidente Clinton de recibirle " por no disponer de tiempo ". Peor aún , Netanyahu tuvo que volver a casa a toda prisa para apaciguar una revuelta abierta en su propio partido . Muchos miembros del Likud hablan ahora sin rodeos de la necesidad de destituirle . Netanyahu está en un atolladero : su tímida decisión de retirarse de una pequeña parte de Cisjordania ( con lo que pensaba persuadir a Estados Unidos de su disposición de retomar las conversaciones de paz ), no le ha aportado más que una fría reacción por parte de Palestina , mientras que en las filas ultraderechistas de su coalición se han levantado gritos de horror . " No es del todo justo responsabilizar a Netanyahu por la profunda crisis que amenaza las relaciones entre Israel y la judería americana ", dice The Economist . Cuando Netanyahu formó su coalición el año pasado , se vio confrontado con 23 miembros del Partido Ortodoxo ( la Knesset tiene 120 escaños en total ), cerrando filas alrededor de una única exigencia : que el nuevo gobierno promulgase una ley al objeto de afianzar el monopolio de los rabinos ortodoxos en Israel para realizar conversiones al judaísmo . Netanyahu no tuvo más remedio que ceder , ya que sin el apoyo de ese partido no hubiera conseguido la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar , aunque sabía al mismo tiempo que con la promesa de esa ley despertaría la animosidad de los judíos americanos , cuya gran mayoría son conservadores o reformistas , no ortodoxos . Entre tanto , los ánimos se han calentado de tal manera que
94