La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 71

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Norberto Ceresole
Argentina. Como no podía ser de otra manera, las poblaciones de los grandes centros urbanos estuvieron a punto de entrar en pánico.
En forma casi simultánea con la emisión de los comunicados oficiales, varios ministros del gobierno realizaron febriles consultas con los jefes de los partidos parlamentarios, en especial los " opositores ". Les anunciaron que el poder ejecutivo está actuando en función de una " comunicación oficial del gobierno de Israel, quien a través de su embajador en nuestro país informó al canciller argentino de esta posibilidad ". Por lo demás, la hipótesis estaba avalada " y confirmada por organismos de Inteligencia nacionales e internacionales de máxima confiabilidad ".
Resulta altamente significativo que en su momento ninguno de los dirigentes " opositores " cuestionara la validez del supuesto a través del cual se introdujo, desde el exterior y a partir de la propia jefatura del gobierno, un estado profundo de conmoción psicosocial en todos los niveles de la población argentina. Pero es decididamente repugnante que esas mismas personas se hayan llamado a silencio incluso después del asesinato del general Rabin, en el cual sectores de ese gobierno judío de " máxima confiabilidad " actuaron y son responsables por acción y por omisión.
Monoucher Moatamer, el origen de la información, reapareció misteriosamente en Quito, Ecuador, en 1995, con acusaciones contra diplomáticos iraníes, algunos de los cuales, luego se supo, habían dejado la Argentina unos seis años antes de producirse el primer atentado de Buenos Aires. A pesar de que el señor Moatamer, como es lógico, no participaba de las decisiones del gobierno de Teherán( suponiendo que alguna vez haya pertenecido a ese gobierno), parecía y parece estar milagrosamente enterado de las más íntimas conspiraciones del " fundamentalismo persa ", todas ellas, como dijo el jefe del ejército de Israel, orientadas a minar la resistencia moral del " mundo libre ". Aunque parezca increíble, las declaraciones de este tránsfuga se han constituido en el fundamento más sólido-en verdad, en el único argumento- sobre el que se ha construido la " investigación " del juez Galeano.
Desde un principio, el Juez Galeano, de manera manifiesta y pública, se convirtió en un verdadero títere de los poderes judíos que hoy ocupan la República Argentina. Todas sus " pistas " conducen al vacío. Es el encargado de demostrar lo indemostrable: que un grupo " exterior " de inspiración iraní consumó un complot con un grupo interior antisemita. La confluencia de ambos grupos fue el origen de ambos atentados, según los poderes judíos instalados en la Argentina. Este es el fundamento de una investigación judicial que no es trágica y cómica al mismo tiempo, sino doblemente trágica, porque su desenvolvimiento en el tiempo va señalando signos cada vez más manifiestos que se oponen a la viabilidad nacional de la Argentina. Nunca hubo en la Argentina autoridades " libremente elegidas por el pueblo " que hayan sido tan manifiestamente manipuladas por gobiernos extranjeros, y por grupos de