La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 64

La Falsificación de la Realidad verdaderos autores de los atentados terroristas "antijudíos" de Buenos Aires (1992 y 1994). ¿No había sido definido el peronismo, ya desde sus orígenes en 1945, como un movimiento nazi-fascista? Ahora esos nazis criollos habrían actuado como cómplices del fundamentalismo islámico, manipulados, nada menos, que desde Teherán. Naturalmente nadie mencionó en ningún momento la acción del Shin Beth, ni la del Mossad ni la de las Fuerzas de Defensa israelíes, que proveyeron de asesores antisubversivos a todas las dictaduras iberoamericanas durante los años 70 y 80, ni las ventas de armas del gobierno israelí a todos esos gobiernos que practicaron el terrorismo de Estado. En esta hercúlea tarea de sustituir y de falsificar la realidad todos los actores reales del pasado juegan -ahora, en la imagen a construir- un papel muy diferente al que jugaron en la realidad de aquellos años. La imagen aparece invertida. Por ejemplo, el Partido Comunista de la Argentina, hoy prácticamente inexistente, autor de aquella célebre definición del peronismo como movimiento nazi-fascista a mediados de los 40, es ahora recordado y presentado en sociedad como una "fuerza democrática". El movimiento guerrillero de los años 70 en la Argentina, con toda su carga de heroísmo generacional y su proyecto de construir una patria socialista a partir de la lucha armada, ahora aparece ante las nuevas generaciones como un grupo de idealistas que luchaban contra la injusticia. Lo que constituye, dicho sea de paso, una absoluta falta de respeto con aquellos miles de jóvenes heroicos que murieron en el intento. No deja de asombrar, por su audacia extraordinaria, la idea de vincular al "nazi- peronismo" con formas radicales del islamismo actual. Dos fenómenos distintos pero sobre todo distantes en el tiempo. Es una estrategia muy útil para Israel, ya que logra desviar el problema del terrorismo en lejanas latitudes hacia sus enemigos próximos más temibles: Irán y Hezbollah. Pero sobre todo porque construye una cobertura que evita miradas indiscretas sobre el interior de la sociedad israelí. Israel continuará siendo creíble en Occidente mientras Occidente no "descubra" los verdaderos objetivos teológicos que rigen el comportamiento de la fracción dominante dentro del judaísmo mundial. De paso destruye un mito: el del peronismo como movimiento popular de liberación. Pero sobre esto último hablaremos en capítulos posteriores. Las piezas básicas de este puzzle demencial -aunque convincente- son las siguientes: 1. Instalar en la "conciencia europea" la idea de que en la Argentina de los años 70 se produjo un "Holocausto sudamericano" con "30.000 desaparecidos" (1). 2. Relacionar ese hecho con los atentados terroristas de Buenos Aires (Embajada de Israel, 1992, Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA, 1994) (2). 64