La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 193

Norberto Ceresole El resto -la mayoría creciente- de la población mundial pertenece a "otro" mundo, el de los excluidos, cada vez más distante del mundo de los incluidos. Esta nueva realidad social-global -originada en la economía de la pos-guerra fría-tiende a producir dos tipos de conflictos simultáneos. Por un lado, una guerra social global -un nuevo tipo de "lucha de clases a escala planetaria"- entre poseedores y desposeídos (entre "orgullosos" y "humillados" (57)); por otro lado, la emergencia del factor nacional: la lucha de los humillados es, en primer lugar, una lucha por la recuperación de los espacios nacionales agredidos por la expansión de la globalidad. En todos los puntos del Planeta donde esa lucha existe (y ello incluye a la totalidad del mundo + Europa Occidental y los Estados Unidos de América) las aspiraciones de los oprimidos (humillados) se manifiestan, en primer lugar, bajo la forma de una lucha nacional. La recuperación de los espacios nacionales no es sólo una exigencia económica insoslayable (hacer que los bienes que son propios produzcan hacia el interior y no hacia el exterior). Pero esa lucha económica es inseparable de la voluntad por adquirir dignidad. En la base de los espacios nacionales por recuperar suele haber una cultura diferenciadora y resistente. Las exclusiones de la globalidad no son sólo de naturaleza económica. Son exclusiones de naturaleza estratégica. El neoliberalismo salvaje en Rusia y en Iberoamérica, las pretensiones del nacional-judaísmo en Oriente Medio y otras regiones del mundo (como por ejemplo, Argentina), tienen manifestaciones sociales y nacionales inequívocas: se trata de que determinados marcos nacionales, que son entendidos como barreras a la expansión de la globalidad, desaparezcan y, con ellos, grandes masas de la población mundial queden reducidas a la condición de esclavitud: de humillación perpetua. Tres ejemplos inequívocos de este proyecto se manifiestan en: a) la relación Rusia/Occidente; b) la relación mundo musulmán/Estado de Israel; c) la relación centro/periferia en otras vastas regiones del mundo excluido. La lucha mundial de los oprimidos (desposeídos, humillados) no adopta la forma de lucha de clases con solidaridades horizontales ("proletariado internacional") porque cada grupo de oprimidos está diferenciado entre sí por una cultura (diferente). Las diferenciaciones culturales son las que priorizan -en el plano de la política- la lucha por la recuperación de los espacios nacionales invadidos por los representantes locales del mundo incluido. Cada combate 193