La Falsificación de la Realidad La Falsificación de la Realidad | Page 116
La Falsificación de la Realidad
Para desterrar las lealtades verticales y consolidar las lealtades
horizontales/radiales, (es decir, para fracturar la asimilación), las principales
delegaciones cuentan con poderosas y sofisticadas organizaciones culturales,
educativas, de ayuda social intracomunitaria, etc., que son los elementos
principales que atan al judío no israelí e, inclusive, no sionista, con la estrategia
militar de supervivencia del Estado de Israel. Esas ataduras serán tanto más
fuertes cuanto más débil sea el anclaje cultural e histórico de la comunidad
judía y de los judíos individuales respecto del país que los acoge y dentro del
cual viven.
En la Argentina se desarrollaron numerosas generaciones de judíos sin que
jamás hayan existido problemas antisemitas, en ningún caso ni remotamente
comparables a los problemas estándares de antisemitismo que surgen
cotidianamente en la Europa democrática de posguerra.
Para la mayoría de los argentinos judíos el gobierno del general Perón (1946/55)
fue una época especialmente benévola. Ya hemos señalado que antes, durante y
después de la segunda guerra civil europea, Argentina recibe más judíos per
cápita que cualquier otro país o región del mundo. En la Argentina, los judíos
encuentran un espacio de prosperidad y de alta movilidad social y política. Y
ello a pesar de los errores garrafales que cometen los representantes de la
Agencia Judía, quienes en 1946 apuestan decididamente por el éxito del
embajador (norte) americano Spruille Braden quien se enfrentó a Juan Domingo
Perón apoyado por la Unión Democrática, un conglomerado de partidos que
abarcaba desde los conservadores oligárquicos hasta los socialistas y el propio
Partido Comunista (cuyos propios judíos constituían un 90% de su militancia
total):
"Al igual que muchos en la Argentina y fuera de ella, los sionistas habían
abrigado ilusiones sobre una insurrección antiperonista dirigida por los cada
vez menos influyentes exiliados de Montevideo, y también se habían
autoengañado sobre la imposibilidad de una victoria de Perón en las elecciones
(de 1946). Si se consideran las estrategias preelectorales de la Agencia Judía,
orientadas en exclusividad al triunfo de la Unión Democrática, se entiende que
los seguidores de Perón albergaran reservas respecto del sionismo" (Ignacio
Klich, Universidad de Westminster, Peronistas y radicales ante las aspiraciones
sionistas en Palestina, en "Desarrollo económico", vol. 34, Nº 133, abril/junio de
1994).
En todo caso fue el de Perón uno de los primeros gobiernos del mundo en
reconocer al Estado de Israel, a pesar de las tensiones suplementarias que ello
introdujo en las relaciones entre Buenos Aires y Londres.
El general Perón llevó hasta sus últimas consecuencias la lógica del "modelo
argentino" entendido como un "crisol de razas". En ese sentido, la Argentina ha
sido una experiencia única en el mundo. No sólo por las intenciones que
116