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Norberto Ceresole
Vista desde un ángulo occidental, la historia contemporánea( desde la última posguerra civil europea) del mundo árabe comienza en la Alemania de los años 30. Este es un desafío aceptable para nosotros, y es por ello que hemos insistido en el análisis del Mito del Holocausto, es decir en la implantación en Oriente Medio del Estado judío, que es un hecho totalmente ajeno a la evolución " natural " de la historia árabe, propiamente dicha.
Toda esa perversión de la conciencia occidental, que luego se canaliza a través de políticas aberrantes, es decir, equivocadas, tiene un único y mismo origen: el Mito del Holocausto. Eso es lo que hoy realmente importa: destruir ese maldito Mito que ya ha provocado, sobre un pueblo inocente y totalmente ajeno a los hechos originales desarrollados durante la segunda guerra civil europea( suponiendo siempre que ellos hayan realmente existido), más daño, sangre y sufrimiento de los que hipotéticamente provocó el antijudaísmo del nacionalsocialismo, aun en las hipótesis más favorables a los mitófilos.
El mito del " Holocausto " y la potencia militar del Estado judío
La continuidad de una acción diplomática europea en sus " gestiones de paz "( Moratinos, 1997)(*), como si el mundo árabe y el Estado Judío tuviesen el mismo nivel de responsabilidad en este larguísimo conflicto( 18), y aun después del re-inicio práctico de la rejudaización de Jerusalén( abril de 1997), y de la apropiación de hecho de más de la mitad de Cisjordania por parte del Estado Judío( 19), constituye una evidencia decisiva del enorme empuje inercial logrado por la acción psico-teológica combinada entre los Estados Unidos e Israel, actuando sobre la( mala) conciencia europea( 20). Así, "... el retorno de Israel a la Tierra Santa aparece como el evento central de una aventura humana de dimensiones universales "( Corm, op. cit. en nota 1). Europa percibe-y es obligada a percibir- que en el Retorno de Israel está en juego no sólo la supervivencia psíquica y moral del pueblo judío, sino también la de la humanidad.
El progreso de la potencia y de la seguridad israelí a partir de 1967 fue un proceso paralelo al desarrollo de la construcción del mito del Holocausto en el mundo occidental. " La victoria de 1967, que permite la conquista de la parte árabe de Jerusalén y la Cisjordania, aparece como un signo de asentimiento divino. La crítica al Estado de Israel y a su política en resguardo de sus vecinos árabes, en la medida en que ese Estado se erige en una gran potencia regional, deviene de más en más difícil "( Corm, p. 234). La construcción del mito necesitó del fortalecimiento militar del Estado de Israel a partir de 1967. Hubo, con prolongada anterioridad, un tiempo de preparación. Cristalizó después de más de veinte años desde la finalización de la segunda guerra civil europea.
El significado que pretende otorgarle el judaísmo a Auschwitz y a Treblinka se estructura en los Estados Unidos de América y no en Europa. El resultado de