LA FALSIFICACIÓN DE LA REALIDAD - NORBERTO CERESOLE La falsificación de la realidad WEB | Page 199
Norberto Ceresole
supervivencia. Debe ser un pensamiento complejo no sólo para entender a un
mundo complejo. Debe ser un pensamiento concebido para diferenciar y
complejizar al espacio nacional respecto de otros.
El Estado-nación (o la tribu, o el imperio o el área cultural diferenciada, o
cualquiera sea el parámetro que nos defina) es un "sistema" cuya supervivencia
depende de las evoluciones de un "entorno" (resto del mundo). Las constantes
modificaciones que sufre el "entorno" exigen diferentes respuestas por parte del
"sistema". Cuando el "sistema" no está en condiciones de responder a los
cambios que se operan en su entorno, en ese momento el sistema (la
comunidad nacional o el Estado-nación, o la tribu) desaparece, se "gasifica", se
licúa en el entorno. A partir de allí crecen en su interior los factores
centrifugantes de su "unidad nacional". En este caso, se afianza la "barbarie"
que representa el retorno de los "Estados visigodos".
En definitiva, lo que diferencia a un Estado central de otro periférico es la
calidad de la información que elabora su servicio central de inteligencia. Los
primeros abren todos los canales "de entrada" (input) posibles, en especial
aquellos que contradicen las estrategias dominantes. Ello es vital para lograr
diferenciación internacional, esto es, supervivencia nacional. Los Estados
periféricos, en cambio, cierran los canales de entrada, al ritmo exacto de las
estrategias dominantes. Esa actitud es el prólogo inequívoco de una
desintegración nacional inminente y evidente.
No olvidemos que la Inteligencia israelí no sólo opera preferentemente sobre los
servicios de informaciones occidentales: la Inteligencia israelí es la principal
proveedora de informaciones de los servicios de Inteligencia de los Estados
"secundarios" del "mundo occidental".
Sin el trabajo de interposición a realizar entre las culturas occidentales (aun las
ubicadas en la Periferia de Occidente, como es el caso argentino) y el
mesianismo judío, la lucha del mundo árabe-musulmán contra el colonialismo
del Estado de Israel será siempre una enorme frustración. Mientras no se
fracture la hegemonía ideológica y cultural que el nacional-judaísmo mantiene
hoy sobre Occidente, la lucha del mundo árabe musulmán será una guerra sin
fin, una frustración sin límite, un sacrificio permanente. Ello es así porque hoy
el nacional-judaísmo -como ayer el sionismo- hunde sus raíces y se nutre de la
potencia de un Occidente sobre el cual ha sabido crear una enorme "conciencia
de culpa", desde Rusia hasta Argentina (62).
Notas
1.- Leonardo Castellani, el Apokalipsis de San Juan, Buenos Aires, 1959.
2.- Antonio Domínguez Ortiz, El Antiguo Régimen: Los Reyes Católicos y los Austrias, Ed. Alianza,
Madrid, 1973.
3.- Marcel Bataillon, Erasmo y España , FCE, México, 1950.
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